“Tu nombre viene lento como las músicas humildes y de tus manos vuelan palomas blancas”, dice el primer verso del poema Madre del bate puneño Carlos Oquendo de Amat. Estas palabras enelazadas son las que mejor describen a cientos de mujeres que se ganan la vida en las calles.

Correo recogió dos casos representativos de esta clase de mujeres.

Isabel. Isabel Chambi, tiene 75 años, 40 de ellos, los ha pasado en las calles vendiendo productos de primera necesidad. Su temple de luchadora natural de la vida, no la han hecho claudicar se su propósito a pesar del frío, el viento, la lluvia que a veces, pretenden disuadir su intención de llevarles un pan a la boca a sus dos nietecitas que perdieron a su madre hace ya algún tiempo.

Sus manos anquilosadas y su piel rugosa, son el testimonio de una vida marcada por el sacrificio, también por la insensibilidad de algunas personas. Mas la vida continúa y hoy domingo, en algún lugar de la ciudad, dos pequeñas abrazadas a su abuela, con el corazón henchido de emoción y un ramillete de besos, dirán Feliz Día Mamá.

Susana. La señora Susana Cuno Jahuira de 44 años es una mujer que vende huevos de codorniz en las calles céntricas de Puno. Según pudo contar, desde hace 22 años fue abandonada por su marido y quedó a cargo de sus tres hijos.

A lo largo de estos años pudo ganarse la vida de distintas maneras y, en la actualidad, uno de sus hijos “ya hizo su vida”, el otro ingresó al cuartel y, la última, aún cursa estudios en el colegio.

Según indicó, las madres solteras no conocen imposibles y que todo se puede lograr con dedicación y esfuerzo. De hecho las jornadas de trabajo de ella son de 8 de la mañana a 8 de la noche.

Otro verso del poema de Carlos Oquendo dedicado a las madres: “un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura a tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso” y se aplicaría exactamente al trabajo que ambas mujeres hacen diariamente.

Reflexión. La exregidora de la comuna puneña, Verónica Gálvez Condori reflexiona sobre el trabajo de las mujeres: “ Visibilizar el trabajo de las mujeres y lo representa en la economía de las mujeres es importante para la igualdad de género, así como promover la responsabilidad compartida de toda la familia, hombres y mujeres, para la atención de las tareas domésticas, es también un acto de justicia.

La seguridad social para las mujeres que produjeron en el país con la tarea de cuidados como una retribución por el aporte que realizaron en su vida. El enfoque de igualdad de género, no solo debe limitarse al logro del aumento de la participación de las mujeres en las actividades laborales,

políticas u otras. Es muchos más, busca trasformar las estructuras sociales e institucionales desiguales en otras más justas e igualitarias. No debe haber lugar para la violencia o discriminación”.