Peligra construcción de Planta de tratamiento de residuos sólidos

A finales del año pasado, la Municipalidad Provincial de San Román logró obtener la licencia social para construir una planta de tratamiento de residuos sólidos en la comunidad San Francisco Buena Vista del distrito de Caracoto, sin embargo, el ruido político de los últimos días podría poner en peligro este proyecto.

Ocurre que el alcalde del distrito de Caracoto, Hipólito Lupe Quispe, solicitó a la comuna provincial su apoyo para la construcción de un coliseo cerrado en su jurisdicción, empero esta solicitud no habría incluido un proyecto real, por lo que la mayoría del concejo provincial optó por no apoyar su pedido.

En respuesta, la autoridad distrital advirtió que tampoco apoyaría en la gestión de los terrenos para el futuro relleno sanitario de la provincia de San Román; pese a que la licencia social ya está firmada, el tema se ha trasladado a nivel político.

Ahora, por la presión social y mediática, algunos regidores de San Román han solicitado reconsiderar el tema y apoyar a las obras de Caracoto, puesto que de no ser así, serían vistos como los opositores del proyecto de planta de tratamiento.

El consultor para estos temas en el municipio sanromino, Aldo Rojas, explicó que no hay afectación al acta donde se otorga la licencia social, además el alcalde de Caracoto estuvo de acuerdo desde el inicio, por lo que su posición actual es extraña.

El especialista también aclaró que en San Francisco Buena Vista se construirá una planta de tratamiento y no las celdas de emergencia que se requieren para clausurar el actual botadero de Chilla.

Para el caso de las celdas de emergencia se está trabajando en forma paralela, puesto que se requiere dialogar con las personas involucradas. No quiso dar información respecto a las posibles zonas donde se instalarían las celdas.

Mientras tanto, en la víspera se ha comunicado la oposición al proyecto de relleno sanitario de San Francisco Buenavista por parte de los comuneros de zonas vecinas.Los opositores pertenecen al distrito puneño de Atuncolla, quienes temen que la basura los invada.