Sin duda, existe una autoridad para hablar de arqueología en el altiplano, y ese es don Julio Torres Chuchullo, quien vive en la ciudad de Yunguyo desde 1964. Aquel año llegó como profesor y nunca más se fue. De allí en adelante, su trabajo ha sido incesante e infatigable; a sus 81 años, continúa urgando entre piezas arqueológicas con admirable pasión, realizando además importantes descubrimientos que serán dados a conocer en una segunda publicación. En el año 2010 publicó su primer libro: Registro arqueológico e historia de la provincia de Yunguyo.
¿Cómo surge su pasión por la arqueología? Yo estudié Educación y Arqueología en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, mi interés estuvo centrado en cada uno de los recursos culturales y por eso cuando llegué a Yunguyo me puse a investigar cada uno de lo que hoy se conocen como los yacimientos arqueológicos.
En el año 2003, usted había inaugurado el Museo Ecoarqueológico Particular de Yunguyo. ¿Qué pasó? Así es, fue inaugurado el 14 de noviembre de ese año, allí se podían ver alfarería, puntas de proyectil, objetos líticos, iconografía, metalurgia, litoesculturas, herramientas de labranza, etc. Sin embargo, con mucha pena debo decir que a la mayoría de la población no le importan estos temas, solo algunos turistas llegaban de vez en cuando a visitarnos, así que no tenía mucho sentido tener abierto el museo y por eso decidimos cerrarlo.
¿Cuántas piezas arqueológicas posee como parte de su colección particular? Tengo unas 400 piezas que en su momento se exhibieron, todas ellas las he ido recolectando a lo largo de los años, después de trabajos de campo que hemos ido realizando en el ámbito de la provincia de Yunguyo. Algunas de estos objetos los rescaté, cuando se reconstruyeron algunas de las calles de esta ciudad.
¿Qué importantes descubrimientos tealizó durante su trabajo arqueológico? En estos años de trabajo hemos detectado un aproximado de 40 yacimientos arqueológicos. Realizamos descubrimientos desde el periodo precerámico como cuevas y abrigos, petroglifos, pinturas rupestres. En la provincia de Yunguyo existen vestigios de ocupación de cazadores, recolectores y pescadores de hace 5, 000 a 8,000 años de antigüedad, por ejemplo en los cerros de Qhapia y Juana.
En julio del 2008, tuve la suerte de encontrar una litoescultura denominado Ch’uta Qhala (piedra alargada).
¿Qué contendrá la nueva publicación que está preparando? El primer trabajo ha estado centrado en la provincia de Yunguyo, pero el nuevo libro abarca todo el departamento, hemos estado compilando información arqueológica que es de suma importancia, para quienes están involucrados en estos temas.
¿Recibe usted algún apoyo de las autoridades de Yunguyo? Lamentablemente a nadie parece importarle estos temas, trabajamos con nuestro propio peculio y a veces apoyamos a estudiosos de otros países, para así beneficiarnos de la información.