Se revelan detalles del joven universitario que fue hallado muerto en su vivienda

Luego de los exámenes a los restos de William Carli Huamán Quispe (31) cuyo cuerpo fue hallado el miércoles, se reveló que fue asesinado por personas que luego de eliminarlo se llevaron de su habitación un televisor y un equipo de música recién comprados. Además, tuvieron la sangre fría para envolverlo sus propias frazadas, de tal manera que el olor de su cuerpo en descomposición no se note fuera de su habitación. 

Según fuentes policiales, al momento del levantamiento del cadáver, pasadas las 2 de la tarde del miércoles, se encontró el cuello del joven atado con un cable de un electrodoméstico en el cuarto en completo desorden. La puerta de la habitación no había sido forzada y, posteriormente, los familiares del joven confirmaron la ausencia de un televisor y un equipo de audio, además de otros bienes menores.

La puerta de la habitación no había sido forzada aunque una de las ventanas tuvo que ser rota para ingresar y encontraron algunas botellas vacías de licor.El detalle más llamativo fue constatar que ninguno de los inquilinos de la casa se percató de la presencia de un cadáver ya que estaba envuelto en frazadas de tal manera que se dificultaba que el olor del cuerpo en descomposición se note.

Según se supo, el estudiante estaba desaparecido desde el día viernes 29 de setiembre. Los padres indicaron que intentaron comunicarse con el joven durante los últimos 5 días, tras lo cual tuvieron que encargar a uno de los inquilinos el ingreso a la habitación su hijo. 

La mañana de este miércoles, se cumplió el encargo y al ingresar los vecinos se dieron con el horrible hallazgo. Además del cable, indicó una fuente cercana joven, encontraron huellas de golpes en todo el cuerpo. La misma fuente indicó que un amigo de William pensó que luego de la parada, había viajado junto a una amiga a la ciudad de Arequipa, pero en lugar de un viaje placentero, el casi serumista de enfermería (empezaba en enero, indicaron) solo había partido al otro mundo, lamentablemente. 

Los padres indicaron que trabajan fuera de la ciudad (en Mañazo y otro en Melgar )y que su hijo vivía solo en el inmueble de la segunda cuadra del jirón Latinoamérica. La casa era propia de la familia y era habitada por varios inquilinos, indicaron.

Además, declararon que el joven tenía la costumbre de no contestar a sus llamadas motivo por el cual, luego de mucha insistencia, llamaron a uno de los inquilinos para que lo busquen en su cuarto.Cabe observar que este crimen guarda muchas similitudes con el acontecido a mediados de setiembre cuando un joven estudiante fue asesinado y posteriormente atado y envuelto en frazadas en su casa de Salcedo. En ese caso, los culpables fueron capturados a la semana de la denuncia.