Desarticulan banda que llevaba droga por vía marítima a Chile

Tras seis meses de investigación, la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Fiscalía de Tarapacá, junto a la Policía Marítima de Iquique (Chile), desarticularon una banda dedicada al tráfico de droga procedentes del Perú por vía marítima, con la detención de seis personas e incautación de 532 kilos de clorhidrato de cocaína avaluados en 14 millones de dólares.

La información fue dada por el ministro de Defensa de Chile, Mario Desbordes; el Fiscal Regional de Tarapacá, Raúl Arancibia, y el comandante en jefe de la IV Zona Naval, contraalmirante Alberto Soto, destacando el trabajo de inteligencia realizado por la Policía Marítima.

Arancibia destacó la capacidad de la Policía Marítima para llevar adelante con éxito esta investigación con sus propios medios y bajo la dirección de la Fiscalía, “causa que se inició por la propia denuncia de la Policía Marítima que, tras los análisis constantes que realizan de las actividades ilegales que puedan estarse realizando por el mar, detectó que esta organización -que ya había participado en otros tráficos-, estaba nuevamente organizándose en ese sentido”.

MODALIDAD. En la audiencia de formalización, el fiscal del caso, Guillermo Arriaza, dijo que la organización realizaba los traslados de la droga del Perú a Chile en una embarcación para la pesca artesanal de nombre “Halibut”, que utilizaba como puerto base la caleta Guardiamarina Riquelme en Iquique, realizando zarpes no autorizados desde esa ciudad hasta el límite marítimo con Perú para recibir la droga.

Entre los detenidos está el líder del grupo, un chileno con residencia en Tacna, quién coordinaba los desplazamientos, establecía la logística y definía la tripulación que se subiría a la embarcación.

También se detuvo a cuatro hombres que se desempeñaban como pescadores y actuaban como brazos operativos del líder; y a la alcalde de mar de la caleta Guardiamarina Riquelme, quien se encargaba de avisar a la autoridad marítima de los zarpes y recaladas, se ocupaba de ocultar los viajes de la embarcación a Perú, así como brindar seguridad para que todas las acciones desplegadas por la banda no fueran controladas por la Policía Marítima.

Se supo que en Tacna estarían otros miembros de la banda criminal. También se sospecha que las naves artesanales salían de las playas de Tacna, para luego entregar la droga a otros miembros de la banda en altamar.