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La necesidad de trabajo de muchas mujeres jóvenes que acuden a las agencias de empleo que están en los alrededores de la plaza José A. Quiñones de Alto de la Alianza hace que sujetos inescrupulosos traten de sacar provecho, como algunos sujetos ligados al proxenetismo y trata de personas o los depravados sexuales que rondan esos locales en busca a su víctima.

Por indagaciones en la comisaría Gonzáles Vigil, por ser la jurisdicción policial a la que pertenecen la mayoría de esas agencias, policías indican que en los últimos años han recepcionado decenas de denuncias de muchachas que debían ser colocadas como empleadas de restaurantes o niñeras en casas, pero se les quería obligar a laborar como meseras en cantinas o “damas de compañía” en los night club o “chupódromos”, incluso fuera de la ciudad.

“En algunos casos, las investigaciones culminaron con un informe policial y denuncia judicial a los encargados de esos negocios por coacción y trata de personas, ya que retenían los documentos de la agraviada para obligar a que acepte el trabajo indecente”, señaló un investigador.

La última semana llamó la atención el caso de abuso sexual que fue víctima una mujer urgida de un trabajo y acudió a una agencia para enterarse de los ofrecimientos de empleo en un panel o pizarrín.

El 6 de enero por la tarde, día de Bajada de Reyes, la joven A.J.C. (29) fue interceptada por Marco Antonio Flores Llanqui (29) y llevada con engaños a una vivienda del distrito Gregorio Albarracín y abusada sexualmente bajo amenazas con un cuchillo, según contó luego a la PNP y se logró la captura del presunto violador.

En la etapa de investigación, el ayudante de un camión repartidor de gaseosas, Marco Flores, reconoció haber mentido a la muchacha para que le acompañe a su casa de la asociación 5 de Noviembre Mz. I, Lt. 16, donde se produjo el hecho delictivo.

Dijo que transitaba por la plaza Quiñones y vio que una chica simpática veía los letreros de una agencia.

“Yo me acerco a la joven y le pregunto su nombre y ella me dice que buscaba trabajo, luego yo le digo que mi madre es dueña de un restaurante y le miento que busca una mesera y le invité ir a mi casa para que converse con mi madre, ella acepta y fuimos en una combi de la ruta 102...”, señaló.

Ante un psicólogo del Instituto de Medicina Legal, el imputado dijo que utilizó el cuchillo de una navaja para amenazar a su víctima, pero posteriormente indicó que había propuesto a la muchacha a tener relaciones sexuales.