No solo perico es lo que se extrae en los más de 50 mil kilómetros cuadrados de mar recuperado tras el fallo de La Haya en el año 2014, sino también nuevas especies como la vinciguerria, especie de apenas 4 centímetros que más adelante reemplazaría a la anchoveta de 12 centímetros, para su tratamiento y uso industrial en el sector pesquero.Cuando hasta hace dos años era imposible surcar esta zona, hoy cerca de doscientas embarcaciones pasan la quincena para extraer especies que en la costa es toda una odisea conseguir. La presencia de lobos marinos a pocas millas del litoral hace que el pescador realice una tarea más que titánica, muchas veces infructuosa.El denominado triángulo interno se extiende a más de 80 millas marinas del litoral tacneño y que fue reincorporado luego de un diferendo que se discutió más de 10 años. Ahora es casi un pecado no llegar a la zona muy bien ganada por el gobierno peruano. LLEGADAUno de los afortunados es el pescador Arturo Bueno, quien preside la Federación de Pescadores Artesanales en el litoral. Refiere que toma un día y una noche acceder a altamar, y muy al margen de lo que señala el director regional de Producción, sobre el tonelaje que debe tener una embarcación, él destaca que cualquier barco pequeño pero con un buen motor puede lograrlo.El área aún está en exploración a cargo de la Marina de Guerra del Perú; pese a ello se viene extrayendo hasta 3 toneladas de perico, entre otras especies de menor escala figuran tiburón azul, diamante, jurel, caballa, pota y albacora rala. “La zona está ocupada de embarcaciones que en su gran mayoría provienen de Ilo, una mínima proporción son del Morro Sama”, refirió Bueno.
Naves pesqueras se aventuran a zona de mar recuperado
Nuevas especies hidrobiológicas que habitan en triángulo marítimo lo convierten en área atractiva para embarcaciones de todo el país.