El suboficial de segunda PNP Cristhian Joél Chambi (36), quién murió el 30 de noviembre tras el despiste de un patrullero que perseguía a un auto por la vía Costanera, antes de salir de su casa para cumplir con su deber prometió a su esposa Gianina Macedo Pacohuanca que volvería.
“Me dijo chao amor mío, regresaré a las 11 pm, cierras bien la puerta y cuida a mis hijos’”, señaló la mujer en el velorio realizado en el local de la Junta Vecinal La Arboleda del distrito Gregorio Albarracín, adonde se dieron cita familiares, vecinos, amigos y compañeros de armas.
Geanina Macedo pidió a la institución PNP cumplir con los beneficios que le corresponden a su difunto esposo, ya que dos hijos en edad escolar quedaron huérfanos de padre, una de 17 años que estudia en la I.E. Santísima Niña María y otro de 8 años del colegio Mariano Santos Mateo.
Sostuvo que Cristhian Chambi era el mayor de 10 hermanos, tacneño, quién cursó estudios primarios y secundarios en el colegio emblemático Coronel Bolognesi, siendo adolescente tuvo vocación de servicio y logró ingresar a la Escuela Técnica PNP de Locumba, egresando el año 2012 con la promoción “Forjadores”.
Otro familiar indicó que Chambi era hogareño, ahorraba para pronto comprarse una casa y dejar el predio alquilado en la asociación 24 de Junio donde vivía con su familia. Además esa día que salió a trabajar, prometió a sus hijos que en su retorno armarían el nacimiento porque recibirían juntos la Navidad.
Por la tarde, efectivos de la comisaría Gregorio Albarracín, encabezados por la comandante PNP Shirley Asto Vargas,dieron una despedida póstuma al suboficial Cristhian Chambi, operador de un patrullero de esa dependencia policial que perdió la vida con un accidente de tránsito durante el cumplimiento de su servicio.
Los policías esperaron en las afueras de la comisaría a la comitiva fúnebre para rendir los honores a su compañero, antes que el féretro se dirija al camposanto Parque del Recuerdo en Pocollay, elegido por la familia como última morada del agente PNP.
El ataúd de Chambi estuvo cubierto con una bandera peruana, algunos policías presentes no pudieron contener las lágrimas.