Un tesoro culinario de la ciudad de los sillares brilla con luz propia y encanta a los paladares en Tacna. Se trata del queso helado arequipeño preparado por la familia de Julio Garcés Toro (69) en su minimarket El Metrito, ubicado en la avenida Cusco, a una cuadra de la Universidad Basadre.

¿Cómo ingresó a laborar para un banco en Puno? Yo soy de Juliaca, empecé a trabajar en una sede del banco Interbank cuando tenía 23 años gracias a amistades y contactos que hice cuando jugaba fútbol, casi llegamos a la profesional y militaba para los Diablos Rojos y Bancos Unidos; tenía la habilidad de patear con los dos pies, era ambidiestro, y con la cabeza ni hablar, estuve trabajando por el espacio de 25 años.

¿Y por qué terminó viviendo en Tacna? Siempre quise irme a vivir a Arequipa, la tierra de mis papás, toda mi familia vive allá, ocupé el cargo de secretario general de la Federación de Empleados Bancarios Base Juliaca, viajé a muchos congresos en Lima y vi que muchos agremiados hacían sus traslados y como los sindicatos empezaron a ser disueltos por el gobierno de Fujimori, antes que la federación desaparezca solicité mi traslado a una sede del banco en Arequipa y lo que me respondieron fue que me fuera a Tacna por un tiempo y luego procedería mi cambio a la ciudad del Misti, pero luego fue imposible porque el gobierno nos dejó sin empleo, sacaron a un montón de gente.

¿Estando en Tacna como hizo para subsistir? La verdad yo nunca pensé ser comerciante, pero la necesidad me obligó a intentarlo. Cuando me sacaron del trabajo, me dieron una buena cantidad de dinero, con eso me alcanzó para comprarme un terreno en la avenida Cusco cerca de la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann, yo agradezco a Dios y a Tacna por darme esta oportunidad de trabajar a mis años.

Cuál es la historia de su minimarket El Metrito...

Me costó mucho inaugurarlo, mi esposa contribuyó mucho, es bastante ahorrativa y los dos nos pusimos a trabajar en nuestro pequeño negocio. Con humildad le puedo decir que nosotros mismos tuvimos que cargar los ladrillos, tirar pala, costó, pero nos fue bien. El Metrito ya tiene 24 años de funcionamiento y mucha gente lo conoce.

¿Quién les enseñó a preparar el queso helado arequipeño? Esa es toda una historia. Tengo una tía que trabajó haciendo queques, mazamorras y el queso helado arequipeño que es una delicia, ella le dio la receta a mi mamá Margarita Toro Ponce y mi mamá a su vez le pasa la receta a mi esposa Luz Marina Gutiérrez. Pero, la que ha retomado la receta del queso helado arequipeño es mi hija Luz Veruzca. Al principio se preparaba este postre para consumo familiar.

¿Desde hace cuánto tiempo es que se vende el queso helado a su clientela? Lo empezamos a vender desde hace 20 años y fue mi esposa la de la idea de vender el queso helado para el público. Ya luego mi hija retomó su preparación.

¿Y el sabor o receta del primer queso helado es el mismo de los que se venden hoy? Es el mismo, la receta auténtica del queso helado se mantiene. Hay personas que vienen de Pocollay, Viñani, Ciudad Nueva y de otros lugares alejados exclusivamente para comprar su queso helado. Lo importante también creo es que lo vendemos a un precio bastante razonable, a solo un sol.

¿Las personas que compran queso helado, lo llevan por unidad? Hay personas que vienen y compran 10, 20 o hasta 30 vasitos de queso helado, y los que nunca lo han probado se han vuelto adictos a ese sabor bastante rico.

¿Cada cuánto tiempo elaboran este postre? Su elaboración no es difícil, pero sí es pesadito. Todo empieza a las 4 o 5 de la tarde, con la compra de la leche en el Fongal Tacna, esa es mi única chamba en el proceso de la elaboración del queso helado. De ahí la leche se la doy a mi hija y la hace hervir en unos ollones con canela y otros ingredientes de la familia. Hay que servirlo luego vasito por vasito y el detalle está que la leche no enfría a la misma temperatura del agua, hay que calcular bien el momento para ponerle el palito porque si no se cae.