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Tras seis meses del hallazgo de los restos calcinados del empresario Hernán Salazar Martínez (54) en las canteras de Gregorio Albarracín, propietario de la ceviche ría Pulpo al Olivo, ayer se conoció que el crimen fue cometido por dos sicarios contratados por uno de los trabajadores de la víctima en complicidad con su hermano para adueñarse del local.

Por trabajo de inteligencia de la Policía se conoció que la víctima tenía contratado como mozo a Neyser Alex Chambilla Chino (20) a quien dio su confianza e incluso prestó S/.1,600.

El sujeto al observar que la cevichería era rentable y ante los reclamos del empresario para que le pague la deuda contraída planificó desaparecerlo.

Es así que contactó con su hermano Elías Chambilla Chino (18), quien labora como lavacarros, para planificar como asesinarlo y para ello contrataron los servicios de dos sicarios a quienes pagaron S/. 1,500 por la muerte.

Uno de ellos identificado como Alipio Chura Oscco (27) alias “trompín” quien fue detenido en la noche del viernes cerca al Cementerio General donde vendía lagartos.

HECHOS. Para ello alquilaron un vehículo por cuatro horas y pagaron S/.100. Neyser citó a la víctima el 13 de setiembre del 2014 a las 21 h en la plaza Eduardo Pérez Gamboa en el distrito Gregorio Albarracín para saldar la deuda.

En el lugar y con engaños Chambilla junto a su hermano subieron a Salazar Martínez al vehículo alquilado y trasladarlo hasta la plaza Las Américas.

En el lugar esperaban los sicarios, quienes subieron al vehículo, golpearon al empresario y lo acuchillaron, para enrumbar hasta las canteras del cerro Arunta.

El hombre malherido fue rematado con una pedrada en la cabeza y luego lo rociaron el cuerpo con petróleo que compraron en el grifo Repsol para calcinarlo y retirarse.

Sus restos fueron encontrados tras una llamada anónima el padaso 10 de octubre y luego fue identificado.

Pesquizas. La policía esta tras los pasos del otro sicario a quien apodarían Waltirco. Tras la denuncia por desaparición de Salazar por su hija, el Neyser Chambilla intentó apoderarse de sus bienes. 

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