Después de seis meses y medio de paralización por el estado de emergencia a causa del coronavirus, la denominada Feria Boliviana de la avenida Jorge Basadre Grohmann en el distrito Alto de la Alianza, en Tacna, volvió a funcionar ayer y hoy, pero con escasa clientela.

Los comerciantes que ofertan la diversidad de prendas de vestir, especialmente procedentes de Bolivia, rearmaron sus toldos y expusieron su mercadería cumpliendo los protocolos para evitar el contagio de la COVID-19, pero en esta primera semana de reactivarse el comercio en la zona no les fue bien.

El vendedor de bolsos “canguro” de cuero y cuerina, Felipe García Ochoa, es presidente de “Tumusla”, que es una de las 23 asociaciones o gremios de feriantes que se instalan en la zona los días lunes y martes. Sostiene que la tradicional Feria Boliviana cuenta con unos 500 comerciantes, quienes necesitan el apoyo de las autoridades para recobrar su clientela.

“Hasta antes de la cuarentena por el coronavirus nuestros principales clientes eran los turistas chilenos y connacionales que venían de otras regiones, pero ahora con el cierre de la frontera con Chile seguimos afectados, porque las ventas han bajado considerablemente”, señaló.

Hay que indicar que, para continuar con su jornada laboral, los feriantes han tomado algunas medidas para cumplir con el distanciamiento, como utilizar conos de tránsito para separar las vías o pasillos, instalaron baldes con agua y frascos con alcohol para que los clientes puedan limpiarse las manos, los vendedores deben utilizar obligatoriamente mascarilla o protector facial para la atención al público, entre otros requerimientos.

Los comerciantes se quejaron de la falta de apoyo de las autoridades del distrito Alto de la Alianza y del Gobierno Regional de Tacna (GRT), indicando que tras el inicio de la pandemia pidieron ser reubicados en un área de la zona auxiliar de Parque Industrial conocido como “Zanahorita”, pero los documentos que presentaron no tuvieron respuesta.

“Ese terreno es del GRT, pero nunca fue cedido al municipio distrital para ser saneado y luego ocupado por nosotros”, dijo un socio de dicha feria.

De otro lado, en la avenida Coronel Mendoza por las tardes y noches decenas de comerciantes toman las veredas para ofrecer calzados, ropa y juguetes, sin tomar en cuenta la prohibición al comercio ambulatorio y las advertencias de que puede darse un rebrote de la COVID-19 en el país. Comercio sin el distanciamiento también se aprecia en el centro.