Más de 300 niños migrantes en la intemperie en Cebaf de Perú
Más de 300 niños migrantes en la intemperie en Cebaf de Perú

La Defensoría del Pueblo alertó que en los últimos días han detectado a más de 300 niños que duermen a la intemperie en las instalaciones del Centro Binacional de Atención en Frontera (Cebaf) de .

COLAPSO. El jefe de la Oficina Defensorial de Tumbes, Abel Chiroque Becerra, informó que un promedio de tres mil venezolanos, entre ellos 300 niños, niñas y adolescentes, duermen en este puesto de control, en condiciones inadecuadas. Muchos de ellos llegaron el último sábado, y hasta ayer martes, aún no eran atendidos.

La Defensoría del Pueblo detectó la demora en la atención para los menores, quienes duermen en las instalaciones del Cebaf, además el lunes se agotó el agua envasada en este puesto de control.

También se detectó que los servicios higiénicos son insuficientes para toda la gente presente .

Chiroque Becerra precisó que por parte de Migraciones no hay personal suficiente en las ventanillas de control para la atención preferencial a los grupos vulnerables, tales como gestantes, adultos mayores y personas con discapacidad.

“Las personas que llegaron el domingo a las once de la mañana, recién han realizado su control migratorio el lunes a las doce de la noche, incluso algunos están desde el sábado”, indicó el jefe Defensorial de Tumbes.

QUEJAS. Correo visitó el Cebaf y constató el drama que viven miles de venezolanos, quienes no han dudado en improvisar sus carpas con colchas, o colocar sus maletas para que los menores puedan dormir sobre ellas.

El jefe de la oficina Indeci de Tumbes, Abraham Rodriguez Puell también realizó una inspección al Cebaf y constató el hacinamiento en el sector, razón por la cual dialogó con el intendente de Sunat a quien le solicitó se coordine la adecuación de espacios para que Migraciones amplíe su personal y descongestione los ambientes.

“He constatado que solo cinco inspectores están trabajado, pero por lo menos deben aperturarse otras cinco ventanillas más”, precisó Rodriguez Puell.

En tanto la Defensoría del Pueblo, solicitó se suspenda la atención en las ventanillas de los adultos para que se priorice a los niños y niñas y se pidió la intervención inmediata de la Plataforma Regional para brindar ayuda a los grupos vulnerables.

“Es necesario que la plataforma regional se haga presente con colchones, agua o carpas”, dijo Abel Chiroque.

Sin coordinación. Respecto al pedido que realizan de intervención de la plataforma regional, la gerente de Desarrollo Social del Gobierno Regional Tumbes, María Arrunátegui Zúñiga precisó que sí acudieron oportunamente con carpas, colchones y otros enseres para apoyar a los migrantes; sin embargo por orden del intendente a cargo del Cebaf no se les permitió dejar los bienes.

“Ni bien se dio la emergencia fuimos a apoyar, pero el intendente de Sunat no nos permitió ubicar las carpas ni dejar los colchones, todo lo tuvimos que regresar a Tumbes y ubicarlas en el Coer, pero el Gobierno Regional está brindando la asistencia médica y también apoyó a través de la Dirección de Educación con una carpa para los niños”, dijo.

Sobre el particular, Abraham Rodríguez, coordinador de Indeci, dijo que hubo una falta de coordinación, pues el gobierno regional debió derivar un personal permanente para que permanezca en el Cebaf, pues es allí donde hay hacinamiento.

“Es cierto que trajeron ayuda, pero nadie quiso hacerse responsable de permanecer acá y entregar los colchones o los bienes a quien lo requiera, y Aduanas o Migraciones no iban a cumplir esas funciones, ellos tienen otro rol que cumplir”, manifestó Rodríguez Puell.

Agregó, que ha realizado las coordinaciones pertinentes para que en los próximos días se concrete una donación de al menos 15 toneladas de alimentos los mismos que serán destinados para los migrantes venezolanos.

ESPERA. En tanto, mientras personas que permanecen en las extensas colas en el Cebaf van siendo atendidas, los menores de edad son atendidos por personal de las ONG, así como de Cuna Más. Los niños y niñas menores de 3 años son atendidos por el programa del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, mientras que los mayores de 3 hasta los 12 recrean sus momentos de espera en ambientes donde se les adecuó para jugar y olvidar el amargo momento.

En tanto, aquellos que no lograron obtener un cupo, permanecen junto a sus padres, en los pasillos del Cebaf, o entre las carpas improvisadas. Algunos ya mayores, esperan que en Perú puedan concretar sus estudios.

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