Desorden, aglomeraciones y reclamos se registraron en el inicio de la “vacunatón” en esta región fronteriza, en donde miles de personas abarrotaron los exteriores de la Universidad Nacional de Tumbes (UNT), local habilitado para este evento.
Ayer, a las 8:00 de la mañana se empezó con la aplicación de dosis contra el coronavirus a las personas de 50 años a más en la denominada “Ciudad Universitaria”, en el centro poblado de Pampa Grande.
Al parecer, la expectativa creció ante el anuncio de la Dirección Regional de Salud (Diresa) sobre el número de dosis que se iban a suministrar: 9,300 en total.
Por ello, previo al evento, el último viernes por la tarde decenas de personas comenzaron a formar una cola en el exterior de la sede de la UNT, con la intención de ser los primeros en recibir la vacuna Pfizer contra la COVID-19 al día siguiente.
Pronto llegaron más personas, muchas de ellas con sillas y frazadas; de ese modo la cola se extendió considerablemente.
Más de 500 personas acamparon pese a que la “vacunatón” duraba 36 horas ininterrumpidas, precisamente para atender al grupo de riesgo establecido.
Ya por la mañana de ayer, más de tres mil personas se habían aglomerado en el exterior del vacunatorio, sin respetar la distancia correspondiente.
“Yo he formado cola desde las cuatro de la tarde del viernes y ahora hay gente que se ha metido. Hay personas que están vendiendo la cola a 50 o hasta 70 soles”, manifestó una mujer que esperaba su turno.
Para recuperar el orden fue necesaria la presencia de agentes de la Policía, quienes tras un arduo trabajo lograron tomar el control en los exteriores de la “Ciudad Universitaria”, en donde la cola se extendió por casi un kilómetro, hasta la calle Pumacahua.