Más de 30 personas armaron un escándalo en el hospital José Alfredo Mendoza Olavarría (Jamo) de Tumbes debido a que no aceptaban que el personal médico había certificado la muerte de un paciente que sufrió la descarga eléctrica en el interior de una vivienda en el centro poblado Andrés Araujo Morán.
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Según las pesquisas fiscales, el sábado a las 6:30 de la tarde, Paúl Hubber Herrera Huamán, de 30 años, estaba en una casa ubicada en el asentamiento humano 12 de Setiembre donde construían el piso, y en ese momento se dirigió a desconectar un artefacto y al coger el cable, que estaba pelado, le originó una descarga eléctrica.
Ante esta situación, los familiares y vecinos procedieron a auxiliar y trasladar a la víctima hasta el hospital Jamo. El médico de turno Carlos Silva Álvarez refirió al personal policial del servicio de guardia que Paúl Herrera ingresó sin signos vitales, por tal motivo lo derivó al área de la morgue de dicho nosocomio.
Este hecho causó el reclamo airado de los familiares quienes manifestaban que su paciente aún estaba vivo, por lo que nuevamente fue sacado de la morgue donde el personal médico volvió a certificar su deceso.
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Otra vez, el cuerpo del electrocutado fue sacado a la fuerza del hospital Jamo y llevado al nosocomio Carlos Cortez Jiménez de EsSalud, donde indicaron que el paciente estaba muerto.
El fiscal Víctor Odar Barreto, de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Tumbes, participó de las diligencias. Según la necropsia, Paúl Hubber Herrera Huamán falleció al consecuencia de un paro cardiorrespitario.