Tumbes: La trata de personas, un flagelo que azota a todo el país
Tumbes: La trata de personas, un flagelo que azota a todo el país

Considerado como el segundo delito más lucrativo en el mundo, la trata de personas continúa en aumento en el Perú. Y es que solo hasta mayo del presente año se registraron 329 casos de víctimas, en su mayoría de mujeres entre 13 y 24 años de edad, señaló el Ministerio Público.

“Me ofrecieron trabajar en una tienda de ropa en Tumbes y opté por dejar Chiclayo para venirme a la frontera a la edad de 16 años, sin embargo me llevaron a un bar de Zarumilla, donde me obligaban a atender y tomar con los parroquianos, incluso a tener sexo. En ese lugar también trabajé junto a dos chicas de mi edad”, cuenta una víctima de trata de personas, quien fue rescatada tras un operativo.

El jefe de la Oficina Defensorial de Tumbes, Abel Chiroque, indica que en Zarumilla existen más de 20 bares que funcionan bajo la fachada de restaurantes, pero que en realidad se ofrecen bebidas alcohólicas a cambio de la explotación de señoritas que provienen de otras regiones del país y que en muchas veces son menores de edad.

“Hay un grave problema desde las entidades ediles que otorgan las licencias de funcionamiento y no realizan una fiscalización municipal efectiva”, comentó Chiroque Becerra.

Además, señaló que las señoritas indirectamente son obligadas por los dueños de los bares a emborracharse con los parroquianos y en otros casos a prostituirse. Por tanto, refirió que los casos de explotación laboral y sexual son los que más se registran en el departamento de Tumbes, sobre todo en la zona de frontera con Ecuador.

Según la ONG Capital Humano y Social Alternativo, las víctimas de trata son obligadas a prostituirse bajo amenazas de muerte o maltratos. Otras son sometidas a trabajos forzados en el campo, fábricas y complejos mineros, mientras otro grupo es reclutado para trasladar drogas o comercializar sus propios órganos. Si bien no existe un número exacto de víctimas de trata en el país, sí se conocen algunas de las zonas en donde el delito aún persiste. Entre ellas, figuran las regiones de Madre Dios (con 102 casos reportados entre enero y mayo del 2017), Puno (68), Cusco (48), Loreto (37), Tacna (34), Lima y Callao (27), Tumbes (13), entre otras.

SIN DERECHOS. Un estudio realizado por el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales (Promsex) en la zona de La Pampa, en Madre de Dios, revela que las mujeres explotadas sexualmente no cuentan con servicios de salud para atender las diferentes enfermedades sexuales que contraen, y mucho menos, para realizar sus controles de embarazos.

“Identificamos un conjunto de problemas que se remite al tema sanitario en general; uno de los temas que se ha visto es la salud reproductiva”, señaló la directora de Promsex, Susana Chávez, quien agregó que del estudio realizado a 116 mujeres de La Pampa, el 38% son víctimas de explotación sexual, el 36% ha abortado, mientras que otro 36% de mujeres no cuenta con Seguro Integral de Salud (SIS).

Según Chávez, el combate a la trata de personas a nivel nacional no solo consiste en perseguir el delito, sino también en crear conciencia en la población que ha naturalizado la ilegalidad y contribuye con ella a través de negocios, como restaurantes y grifos. Asimismo, en las familias que obligan a las víctimas a llevar dinero al hogar; o las mismas mujeres, que por voluntad propia van a las zonas de explotación durante sus vacaciones para ganar dinero.

“No todas las intervenciones tienen que ser a la fuerza o de rescate. Hay mujeres que sí necesitan ser rescatadas, pero hay mujeres que necesitan otro tipo de alcance de políticas públicas, de servicios u oportunidades laborales. Se cree que son mujeres pobres y sin educación pero no es así, están ahí porque no tienen oportunidad”, dijo.

MÁS CASOS EN EL SUR. En la región Puno, el Sistema de Registro y Estadística del Delito de Trata de Personas (RETA) indicó que las denuncias registradas se elevaron a 47 en el último año, una cifra mayor que todos los casos sumados entre 2011 y 2015. El especialista del Ministerio de Interior, Miguel Huerta, indicó que el centro poblado La Rinconada es el lugar con mayor incidencia de este flagelo, debido a abundancia de locales nocturnos que ofrecen el servicio de damas de compañía.

En el Cusco, la falta de oportunidades laborales para los más jóvenes o su falta de interés en la ganadería o agricultura hacen que sean presa fácil de los tratantes, quienes con engaños los trasladan hacia distintos puntos del país, incluso, cuando son menores de edad. La población bajo los 18 años constituye el 65.1% del total de víctimas en la región.

En Arequipa, de las 66 denuncias registradas hasta setiembre del presente año, ninguna se encuentra con sentencia efectiva. La fiscal a cargo de la Comisión de Investigación y Prevención de Trata de Personas, Cecilia Ampuero, explica que esto ocurre porque las investigaciones duran hasta 16 meses, dependiendo el caso.

Refirió que la modalidad que emplean los delincuentes que realizan este delito es por lo general captar a personas adolescente o jóvenes de Puno, Cusco y Madre de Dios, a quienes les prometen un buen trabajo en Arequipa, pero al llegar a la Ciudad Blanca son explotados laboralmente. Las mujeres por lo general se convierten en damas de compañía.

CENTRO. En Huánuco, los casos de trata con fines de explotación sexual, en su gran mayoría niñas y adolescentes, sumaron 275 entre los años 2003 y 2016. Según la Fiscalía, las menores son trasladadas a lugares ilícitos donde se desarrolla la minería ilegal, el narcotráfico y la tala ilegal de madera. La falta de control policial, el transporte informal y la corrupción facilitan la operación de redes de tratantes hacia diferentes lugares del país. En Ayacucho, se sabe que hasta el momento 18 personas fueron sentenciadas y hoy purgan delito por trata en sus diferentes modalidades.

SIN LEY. Pese a ser zona de origen, tránsito y destino de bandas dedicadas a la trata, la región Lambayeque no cuenta con un juzgado especializado en estos actos ilícitos debido a la baja incidencia de denuncias, señala Neysla Guevara Alarcón, coordinadora de la Unidad Distrital de Asistencia a Víctimas del Ministerio Público (MP).

En Piura, la actividad se desarrolla en los puertos de Talara, Paita y Sechura, donde proliferan los bares y cantinas, y se tiene como clientes a pescadores locales y foráneos. Mientras que en La Libertad ya se vienen intensificando los operativos contra la trata de personas, indicó el teniente PNP Omar Pérez Huilca. Finalmente, en Áncash, se sabe que la mayor cifra de denuncias se encuentra en el distrito fiscal del Santa, donde se atienden 10 casos. 

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