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Las fanáticas de "" en Malasia están desconcertadas. La razón: el Consejo de Calificación Cinematográfica local determinó que la adaptación cinematográfica "no es apta" para las audiencias del país asiático.

Las autoridades la calificaron como un drama "sádico", que tiene más de "pornografía que de película", consignó la edición online del periódico local The Star.

En tanto, el presidente de la entidad censora, Datuk Abdul Halim Abdul Hamid, indicó que "la mesa tomó tal decisión en vista de que la producción contiene escenas que no son contenido sexual normal. El contenido es más bien sádico, al tener momentos en que una mujer es atada a una cama y recibe latigazos".

United International Pictures, distribuidor de la película en Malasia, confirmó que no llegará a los cines del país.

Malasia es un país mayormente musulmán y conservador, por lo que la prohibición de exhibir "" no es el primer ejemplo de censura. 

Anteriormente, se censuró el filme "Bruno" por promover estilos de vida homosexuales, también "Noé" de Darren Aronofsky por mostrar un profeta e, incluso, las autoridades evitaron que se presentara la cantante Kesha, debido a que podía herir sensibilidades culturales y religiosas.

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