Eusebio "Chato" Grados: "Deseo vivir un poco más para disfrutar de mis hijos"
Eusebio "Chato" Grados: "Deseo vivir un poco más para disfrutar de mis hijos"

, cantante folclórico que nació hace 63 años en Atacocha (Pasco), resiste, no se deja vencer, da batalla.Como buen hijo de minero, el cantor del pueblo, el “Rey del Pío Pío”, sabe sortear la pobreza, la injusticia, pero esta vez siente que la vida le está cobrando deudas adelantadas y cree no merecerlo.

Una insuficiencia renal severa y un mieloma múltiple lo capturaron sin lugar a escapatoria, lo han postrado, pero él lucha, no se dará por vencido. 

En esta cruel contienda, siente el amor de su familia y su gente es su mejor medicina. 

Este martes 22 de agosto tus compañeros te rendirán un homenaje en el Teatro Municipal de Lima¿Qué se siente ser tan querido? 

Es muy hermoso sentirse tan valorado por mis colegas de arte y por la gente, que sin conocerme se preocupa por mi salud, me llama por teléfono, viene a visitarme a la casa. Creo que ese es el mejor regalo que un artista puede merecer. 

Es lo que has cosechado. Llegar al corazón del pueblo realmente es un privilegio... 

Siento que he llegado al corazón de la gente, pero artísticamente todavía no he logrado lo que yo quiero. Sé que puedo dar más. Por eso, de todo corazón, le pido al Señor Dios Todopoderoso que me dé unos años más de vida para seguir cantando y bailando para mi pueblo, brindándole lo mejor de mí. Además, por el lado familiar, deseo vivir un poco más para disfrutar de mis hijos. El mayor tiene 34, pero tengo dos que están menores: José Mateo, de 13, y Joel Eusebio, de 15. Les hago aún mucha falta.

Cuando los médicos te diagnostican insuficiencia renal, ¿cuál fue tu primera reacción? 

Me sentí morir. Nunca imaginé que para vivir tuviera que estar sometido a diálisis o que requiriera un trasplante. Los médicos del Unanue, Cayetano y Almenara me estabilizaron, pero lo peor fue cuando me diagnostican mieloma múltiple alojado en la médula ósea. Allí sentí la muerte a mi lado. Pasé por cuatro quimioterapias y la quinta me tumbó. Tuve que regresar al hospital y estuve inconsciente cuatro días. Me cuentan luego, cuando desperté, que encargaba a mis seres más queridos a todos los que me iban a visitar.

Eres un hombre de lucha, sigues enfrentando la enfermedad junto a los médicos... 

Yo estoy convencido de que Dios me mandó aquí, a la Tierra, con un don, con una gracia. He sabido valorar eso y dar lucha por mis padres, mis hijos y hasta hoy lo sigo haciendo.

En momentos duros uno recapacita, pensamos en todo lo que hemos hecho mal... 

Como todo ser humano, he cometido errores, no de dañar a otra persona, pero a mí mismo sí. Un tiempo me dediqué a la vida bohemia por la muerte de la madre de mi hijo mayor, me di al abandono, pero tuve fuerzas para vencer esa nostalgia que me mataba. Desde que dejé esa vida de excesos, me impulsé, empecé a trabajar fuerte, a tener más éxitos, a cantarle al Perú.

Pero a veces ese éxito marea, desubica... 

Sucede. A mí nunca me gustó pelearme con mis colegas, pero a veces muchas personas aprovechaban que yo estaba arriba, con mucha popularidad, y buscaban enfrentarse conmigo para ganar notoriedad en la prensa y, en muchos casos, no les daba resultado. Nunca me creí más que ellos.

Ahora que ves todo eso de lejos, dirás que hay cosas más importantes en la vida... 

Para mí, hoy mi prioridad es vivir. Yo quiero vivir muchos años más, ese es mi deseo, por sobre todas las cosas. Si no fuera por un herpes en el brazo que me apareció y me causa mucho dolor, estaría mucho mejor. Ya estoy caminando unos pasitos, mis piernas se van normalizando.

¿Qué es la música para el “Chato” Grados? 

Es toda mi vida, toda mi historia. Yo he nacido con la música y con la música voy a morir. El día que yo parta, quiero que no dejen de tocar los saxos, las guitarras, que todos canten y bailen, hasta enterrarme, hasta desaparecer bajo la tierra.

Te puede interesar:


TAGS RELACIONADOS