La intérprete y productora de grandes espectáculos de música peruana analiza la situación por la que atraviesa el ambiente artístico y cuenta cómo se reinventó
La intérprete y productora de grandes espectáculos de música peruana analiza la situación por la que atraviesa el ambiente artístico y cuenta cómo se reinventó

Fabiola de la Cuba siempre ha pensado que el día debería tener más de 24 horas. Acostumbrada a trabajar sin pausa, a la artista, antes de la pandemia, siempre se le veía alistando el estreno de su nuevo espectáculo, o proyectando el próximo.

Pero si uno cree que allí acababa todo, a la cantante todavía le alcanzaba tiempo para “Munay”, su escuela de danza y canto, además de estar pendiente de sus más de 30 gatos y dos perros que reafirman su amor por los animales. Hoy, en medio de la quietud, y desde Chaclacayo, donde se refugia en tiempos difíciles, de la Cuba nos cuenta cómo afronta la ausencia de los escenarios.

“Es un momento difícil para toda la humanidad y en el Perú, como se están llevando las cosas, lo siento con mucha preocupación. En principio, lo que a todos nos inquieta es el tema de salubridad, el resguardarnos para conservar la vida, pero esto también viene acompañado de la crisis, emocional, económica, de falta de proyectos. Definitivamente cada quién está afrontado las cosas de la mejor manera en un escenario muy complicado”.

Y realmente uno de los sectores que más ha sido afectado es el artístico...

Prácticamente desapareció, claro que hay algunas opciones para seguir vigente, y en eso, cada quien tiene su propia perspectiva, su óptica, su manera de ver las cosas, su panorama de vida. Desde mi punto de vista, la magia del espectáculo no puede darse a través del streaming por las diferentes plataformas como una especie de salvavidas. No te hablo solo económicamente, sino a nivel emocional.

¿El aplauso es esencial no?

Si se habla de esa energía entre público y artista, es esencial que el aplauso sea directo, es como el amor en familia, el amor entre padre e hijo. Es muy difícil cuando se da a la distancia, subsiste ese amor, pero se extraña, es diferente. Tú cultivas una relación en el escenario y eso está por el momento colapsado, está anulado.

Luego de la fuerte impresión del colapso había que tomar decisiones.

Rápidamente, y al darme cuenta de que había un factor de alerta roja en el tema laboral decidí generar tres empresas muy pequeñitas, pero que de alguna manera han sido mi sostén en estos momentos. Una de ellas es de alimentación saludable vegetariana, la otra es un tema de accesorios y la tercera, una línea de ropa con motivos peruanos que también la activé rápidamente.

¿Y el taller de danza y canto?

Como es la tendencia, dictamos los cursos de manera virtual, en ese sentido, lo que te favorece es que puedes ampliar tu alumnado a nivel mundial y en eso estamos. Es un trabajo diferente, difícil, suena bonito, pero hay que ponerle especial cuidado, como ver los horarios convenientes para que los alumnos en las diferentes partes del mundo puedan aprender de la manera óptima las danzas del Perú.

¿En algún momento de esta quietud obligada sueñas con esos grandes espectáculos que son tu sello?

En un primer momento todo lo que nos ha pasado lo tomé como una especie de descanso que me permitiría volcarme a otros proyectos, pero con el tiempo pasaban los días, los meses y comencé a extrañar terriblemente los escenarios. Claro que hay momentos de depresión, incluso de frustración, es complicado emocionalmente lo que vivimos, y en determinado momento he comenzado a soñar con mis espectáculos. Aunque valgan verdades, desde hace muchísimos años estoy acostumbrada a que mi mente me exponga una serie de escenas que luego aplico en conciertos, es lo que me ha pasado en los últimos 20 o 25 años.

¿Después que pase la pandemia habrá un un cambio en los seres humanos?

Yo creo que definitivamente sí se dará un cambio en las personas. Estoy segura que las relaciones han recobrado lazos importantes, afectos importantes, pero también creo que van a existir personas que no le interesa el otro, o lo que le pasa al otro. Siento que hay personas que no van a cambiar pase lo que pase, pero como sociedad de manera general, creo que sí se ha generado un cambio. Pero en estos momentos, uno tiene que agradecer que está vivo, eso es ahora lo esencial.

FABIOLA DE LA CUBA

Sus inicios en los escenarios fueron al lado del grupo  “Los vecinos de Juan” una banda que tenía una singular propuesta de fusionar la música peruana de la costa y el rock  con poemas de grandes del género.

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