Guil Treistman y Yair Vumbrand: “La música en el Perú sigue siendo un nicho”. Foto: Difusión
Guil Treistman y Yair Vumbrand: “La música en el Perú sigue siendo un nicho”. Foto: Difusión

Jazz, folk, rock, réplica social, influencias de Joaquín Sabina y Paolo Giordano. Números Primos es esta combinación de música y arte, en la que Guil Treistman (G) lleva la guitarra y Yair Vumbrand (Y) recrea la música a través de sus trazos. Este año, el dúo presentará su primer disco, luego de la acogida que han tenido varios de sus temas en diversas plataformas digitales.

Tienen varios estilos dentro de la composición musical, como el folk, ritmos latinoamericanos, vals o gypsy jazz. ¿Cómo encuentran tantos matices?

(G): Siempre nos ha sido difícil explicar o decir cuál es nuestro género. Depende de las influencias del momento. Para “Karaoke Katmandú”, que tiene rock y gypsy jazz, también incluimos ska. Es porque me han gustado estos estilos.

Uli Jon Roth dijo una vez que la música llegó como una película a su cabeza. En el caso de ustedes, que combinan su música con el arte gráfico en conciertos, ¿cómo suelen crear estos dibujos?

(Y): No sé cómo llegan las ideas, pero trato de que sea, más que una representación literal de la letra, algo que surja del momento. “Quédate Conmigo”, una canción apasionada, lo contrasto con una bala humana, como en los circos, cuando despega este hombre del cañón que le dice “quédate conmigo”. Me gusta que sea abstracto y que tenga humor.

¿El nombre de la banda viene del concepto familiar o de lo que significa el término?

(Y): Creo que en España se usa el término “un número musical”, pero también tiene que ver con la parte familiar (son primos), la puesta en escena y el arte. Además, tiene relación con el libro “La soledad de los números primos”, de Paolo Giordano.

Se han descrito como una banda “fármaco-dependiente”. ¿Eso refleja la tragedia o el humor negro del grupo?

(G): Es bastante literal. La música latin es bastante movida, para bailar. El folk es un contraste que buscamos en nuestras canciones.(Y): Es como reírse de uno mismo.

Por eso “Karaoke Katmandú” es una crítica, pero también suena a condena...

(Y): Es también aceptar que estás dentro de algo. Para otra persona eres un estereotipo. Lo que queda es reírse de eso, entender tu posición en un presente medio distópico.

Vienen de dos EP “Manicomio” y “Números Primos”. ¿Por qué hacer un disco en esta época?

(G): Por la manera que funciona Spotify, tienes que lanzar sencillos, todo lo que puedas. Así tienes más oportunidades de entrar a playlist. Estamos sacando un disco porque es como un paquete. No es tan contextual, pero sí es una obra.

¿Consideran que el escenario indie local está creciendo en público al ritmo de las bandas?

(Y): Ahora que estuvimos en México, nos dijeron que la escena de Lima se veía bien. Las redes sociales hacen milagros con las ilusiones. Se siente que todo está creciendo, pero aún pequeño. Lo que pasa acá es que los buenos músicos (de ahora) no son famosos. Nos quedamos con Libido, Pedro Suárez-Vértiz, Mar de Copas o Amen. Está bien eso, pero hay otros buenos grupos que no son muy conocidos, como Kanaku y el Tigre. La música aquí sigue siendo un nicho, a menos que sea urbano. De nuestro estilo, no vemos algo así.

Perfil

Guil Treistman y Yair Vurnbrand

Compositores. En noviembre del 2019 presentaron “Karaoke Katmandú”, su último tema, en colaboración con Kanaku y el Tigre. Este año presentarán su primer disco junto con varios nuevos temas.