José José: Entre aplausos y lágrimas mexicanos se despiden del "Príncipe de la canción" (VIDEO)

Entre aplausos, lágrimas y al grito de "¡sí se pudo!", miles de mexicanos despidieron hoy a , su amado "Príncipe de la canción", cuyas cenizas ya reposan en un panteón de Ciudad de  tras un periplo desde Miami y ásperas disputas familiares por el destino final de sus restos.

TAMBIÉN LEE: 

En medio de una gran cobertura mediática, las cenizas del afamado intérprete llegaron desde Miami, donde murió el 28 de septiembre a los 71 años, en un avión militar y fueron trasladadas al palacio de Bellas Artes, el mayor recinto cultural mexicano.

La Basílica de Guadalupe fue la segunda parada de los restos del intérprete, donde ante una multitud su hija Marysol Sosa cantó una canción religiosa, después de la misa en su honor.

Luego, con lágrimas en el rostro, los fans recibieron las cenizas de José José en el popular barrio de Clavería, donde nació y vivió y hay una estatua en su honor, convertida en escenario de espontáneos homenajes, antes de su traslado a su última parada, el Panteón Francés.

Allí reposará junto a la tumba de su madre. "Siento tristeza y emoción. Antes de que fuera cantante él era muy allegado al barrio", dijo Norma Zavala, una vecina de la localidad de 41 años.

El recorrido por la ciudad fue flanqueado por miles que formaron una espontánea valla humana para despedirse del "Príncipe", cuya voz ha marcado a generaciones de mexicanos y latinoamericanos, incluidos los jóvenes.

El féretro brillante, con matices dorados y plateados, fue colocado primero justo al centro de la majestuosa escalera principal de Bellas Artes, flanqueado por arreglos de flores y coronado por una gran imagen del cantante y la frase "José José, qué triste fue decirnos adiós", primer verso de "El triste", la más reconocida de sus interpretaciones.

En ese recinto, miles de admiradores desfilaron por contados segundos frente al féretro.

"Fue muy breve, pero con eso tenemos, es conmovedor", dijo Guillermo Reséndiz, de 43 años, quien, como otros, salía con los ojos llorosos y portando fotografías del cantante, mientras de fondo sonaban interpretaciones en vivo de los grandes éxitos del cantante.

"No tengo palabras, son sentimientos encontrados pero lo pude venir a ver, es lo principal", dijo emocionada Araceli Segura, una mujer de 52 años que llegó al recinto acompañada de su hija.

En su natal

La mitad de las cenizas de José José ya descansan en México, la otra parte se quedaron en Miami con su viuda Sara Salazar y su hija menor Sarita.

Fue más de una semana de pleitos familiares para definir el destino final del artista e incluso tuvo que mediar el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.

En la primera guardia de honor en Bellas Artes junto al ataúd estuvieron sus hijos mayores, José Joel y Marysol, junto a su madre Anel Noreña, la segunda esposa del artista. Un ensamble de músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional y cuatro cantantes líricos ejecutaban, en tanto, "La nave del olvido", uno de sus primeros éxitos.

En la segunda guardia estuvieron la alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y la ministra de Cultura, Alejandra Frausto.

Una carroza fúnebre escoltada por policías en motocicletas trasladó los restos. "Hemos traído de regreso el corazón de nuestro adorado príncipe de la canción, de mi papá, ya está en su patria", dijo José Joel.

Última voluntad 

Los hijos mayores de José aseguran que en vida dijo que al morir quería ser enterrado al lado de su madre, una virtuosa pianista.

Pero según medios mexicanos y en Estados Unidos, otra decisión del "Príncipe" habría sido ser cremado y que se dividieran sus cenizas, lo que fue aceptado a regañadientes por José Joel y Marysol.

Hijo de un cantante de ópera, José José es considerado la voz más privilegiada entre los intérpretes mexicanos. Adoptó su nombre artístico tras la muerte, en 1968, de su padre, también llamado José.

Labró una carrera de más de 50 años y vendió más de 100 millones de discos. Pero cayó en el alcoholismo y perdió su privilegiada voz al grado de apenas poder hablar, y sufrió un cáncer de páncras que minó su estado físico.

AFP