Magaly Solier: “Me gusta encarnar mujeres potentes inundadas de miedo”
Magaly Solier: “Me gusta encarnar mujeres potentes inundadas de miedo”

Después de un par de años,  regresa a la gran pantalla con el drama Magallanes, ópera prima del actor peruano Salvador del Solar y que se encuentra participando en la sección oficial de ficción del 19° Festival de Cine de Lima, que mañana llega a su fin y anuncia a sus ganadores.

En esta película, que se estrena el próximo 20 de agosto a nivel nacional y protagoniza con el experimentado actor mexicano Damián Alcázar, la intérprete ayacuchana encarna a “Celina”, una mujer que fue violada y secuestrada cuando era adolescente por militares peruanos en Ayacucho, en pleno conflicto armado, y que hoy se dedica al corte de cabello en Lima.

Sin embargo, su tranquilidad se ve interrumpida con la aparición de uno de sus abusadores, uno que está arrepentido. Solier nos da más detalles de su nuevo rol.

¿Viste el resultado final de tu trabajo?

Ha sido una gran responsabilidad y pienso que el resultado ha sido bueno. Hubo una explosión de aplausos en la sala al finalizar la película. A mí, al menos, el personaje me hizo llorar, me ha sacudido porque su mensaje es muy fuerte y es un ejemplo para todas las mujeres que tienen problemas.

Damián Alcázar ha elogiado tu trabajo...

Él ha sido un compañero muy potente a mi lado, nos hemos ayudado, hemos estado al nivel. Yo nunca me achico cuando estoy al lado de grandes talentos. Lo que hago es absorber, escuchar y tratar de aprender, sobre todo de los que tienen mucha experiencia.

¿Cómo te preparaste para esta película?

Lo primero que hice fue no leer el libro de Alonso Cueto (La pasajera). Me iba a dar muchas herramientas y, como actriz, yo solo tenía que concentrarme en el guión. También hablé un poco con mujeres de la sierra que han sufrido algo parecido, que -a pesar de todo- le agradecen a Dios seguir con vida. Salvador también me guió, es un gran director. No me he equivocado. Y creo que hasta ahora no me estoy equivocando tanto.

¿Cómo llegas a la película? ¿Es cierto que no querías hacer casting?

Salvador me escribió a mi correo. Le dije que ya, pero me pidió que haga casting. Yo le dije que no hago casting, pero se lo acepté porque yo sabía que ese personaje era para mí. A la hora de leer el guión dije: “Esto es mío y no me lo van a quitar”.

¿Y por qué no haces casting?

¿Para qué voy a hacerlo?, ¿para ver si lo hago bien, si lo hago mal? Mi currículum, mi casting, está en cada uno de los trabajos que he hecho, a menos que sea en otro idioma, como lo hice para una película marroquí. Pero en Magallanes había un reto. Tenía que improvisar algo con mi personaje que no estaba escrito. Y lo que yo sentí que le faltaba al guión era una mujer que hable quechua, una mujer que pueda expresarse en su lengua con mucha intensidad. Y ese casting sirvió para la película, para el final de la historia. Ella les hace entender que no todo en la vida se soluciona con dinero porque primero está la dignidad.

¿Han parado tus proyectos por tu segundo embarazado? Ya tienes ocho meses.

No. A mí no me gusta parar. Hasta el embarazo ha estado agendado. No porque uno se embaraza o quiera tener una familia va a quedar truncada tu vida artística. Así que hay proyectos aquí y en el extranjero. Soy una mujer que va sorprendiendo poco a poco. No me gusta hablar, pero sí me gusta demostrar con ejemplos. Busco cada vez ser mejor, llevar en alto sobre todo a mi Perú. No estar haciendo estupideces, no estar aceptando tonterías. Dar mi tiempo como artista para algo bueno, con personajes muy potentes que abran mentes débiles, mujeres que están inundadas de miedo. Ya ha sido suficiente tiempo para las mujeres del ande. Tienen que superar sus miedos y aprender a sobresalir, a defenderse ellas mismas.

Cabe señalar que la intérprete debutó en el cine con Madeinusa en 2005. La teta asustada, su tercer filme, ganó el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín en 2009 y quedó nominado al Óscar.

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