Milagros Leiva: “Yo recibo a Dios y al diablo en mis programas”
Milagros Leiva: “Yo recibo a Dios y al diablo en mis programas”

Hace tres meses se convirtió en madre de dos mellizos, hijos que son su bendición, fortaleza y esperanza. Tras su salida de América TV, la periodista Milagros Leiva volvió a la televisión por la señal de RPP Noticias al frente de los programas Todo se sabe y Conexión.

De sus programas, de la maternidad y el ruido mediático que afrontó por el caso Belaunde Lossio hablamos con ella.

¿Qué es lo más duro o difícil de ser una figura de la televisión?

Escuchar que dicen cosas de ti sin realmente conocer tu vida. Una parte que me afectó muchísimo fue cuando (Daniel) Urresti me hizo bullying público. Me puso como amante en la banca de Alan García, abrió un túnel que nunca había transitado antes (el túnel del acoso sexual); a partir de la patanería de este señor se dio luz verde a gente que en Twitter me escribió los insultos sexuales más bajos que he leído en mi vida. Fue denigrante, asqueroso y lo más triste es que ninguna ministra de la Mujer levantó la voz para defendernos. Se portó como operador político de mala entraña.

¿Limaron asperezas o hasta el día no se encuentran?

Sé que él habla idioteces de mí. Lo volví a ver en Canal N, le dije en su cara que lo que hizo fue bajo. Me gustaría entrevistarlo y preguntarle en su cara si hace constantemente eso con las mujeres y por qué lo hace. Me gustaría preguntarle si le gustaría que le hagan eso a su hija, a su esposa o a su madre.

Siempre estás abierta a recibir a todo tipo de entrevistados...

Sí, yo recibo a Dios, al diablo, y en el medio entrevisto a todos. Igual (Julio) Arbizu, el exprocurador, en la campaña García vs. Ollanta (en 2006) fue un troll, pero luego me pidió disculpas. Entiendo que por el calor o ardor político puedes ofender a una persona y decir algo que nunca quisiste decir. Yo he cometido mil errores, cómo no voy a entender que alguien pueda equivocarse.

¿Cuál es tu mea culpa sobre el caso de Belaunde Lossio? ¿En qué sentido?

Tu salida de América TV, el tema de que tenías pruebas para tumbarte al gobierno de Humala... ¡Las tengo! ¡Sí! Son pruebas que no he terminado de cruzar, algunas se las di a Panorama, Marco Vásquez sacó un reportaje. He enseñado lo que tengo, no he tenido tiempo de cruzarlas y si me dicen: “¡qué horror, has debido de hacerlo!”, les digo “no, estoy cuidando a mis hijos y mi prioridad son mis bebés”. Y me parece maravilloso que Belaunde Lossio esté hablando y si quiere convertirse en colaborador eficaz me parece dos veces maravilloso.

¿Sientes que el tiempo te va a dar la razón?

Me está dando la razón. Hubiera sido muy fácil, para salvar mi cabeza y evitar que muchos colegas me tiraran piedras en la cara, traicionar a mi fuente, revelar todo lo que me dijo sin su permiso y salvarme yo, pero si lo hubiera hecho nunca más hubiera podido ser periodista, porque ninguna otra fuente me podría contar cosas, no podría tener acuerdos, no podría respetar el “off the récord”; entonces, tendría que cambiarme de carrera. He sacado muchas lecciones: yo nunca había pagado por información, ha sido la primera y creo que va a ser la última vez en mi vida que yo pague por información. Sé, también, que no se puede confiar en nadie y que mis empleadores deben creerme y respetarme. Después nada más, porque no hice nada indecente.

¿Cuántos meses tienen tus hijos?

Tres. Se llaman Antonia y Joaquín, son mellizos.

Hablas de la maternidad con tanta pasión y amor, ¿cuánto te ha cambiado como persona?

Sigo siendo la misma, lo he esperado tanto que lo estoy disfrutando al 100%. Estoy aprendiendo a manejar mi temor, no quiero que nada malo les pase a mis bebés. Sabía que tenía que cuidarme mucho, antes tuve un embarazo ectópico, tuve una pérdida. Ellos me han enseñado el verdadero significado de la fragilidad, me han hecho mejor persona.

Hay mujeres que tienen 35 años y están diciendo que se les pasa el tren, ¿qué les dirías?

¡Que el tren nunca se va, a mí me lo dijeron 20 mil veces! Era soltera, sin hijos, el tren se me había ido 20 veces, yo siempre decía que estaba en otro tren. He luchado seis años con tratamientos, sé lo que es intentar y no quedar embarazada. Le diría a la gente, antes de ningunear, lapidar, menospreciar o adjetivar, que piense un poco más: la mujer que no tiene hijos no es más ni menos que la que sí es madre.

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