Pedro Suárez-Vértiz: "Es mejor tener la pensión de gracia sin necesitarla"
Pedro Suárez-Vértiz: "Es mejor tener la pensión de gracia sin necesitarla"

A dos años y medio de su alejamiento de los escenarios a causa de la disartria, problema que le impide vocalizar bien, el cantautor nacional Pedro Suárez-Vértiz nos concede una entrevista para hablar de los proyectos que asumió en el 2013 y que le permitieron reencontrarse con su público. Con cierto hermetismo, nos cuenta que aún no está preparado para retornar a los escenarios.

El año pasado lanzaste tu libro Yo Pedro, tu agenda, compusiste para Los fabulatas en Navilandia y tocaste guitarra con Gian Marco Zignago. ¿Cómo defines el 2013?

Hoy más que nunca el famoso eslogan político "Obras sí, palabras no" se aplicó en mi vida. Recuerda que yo no tengo capacidad de defensa por mi problema del habla. No puedo salir a aclarar nada. Solo me queda trabajar y trabajar. Y ahí lo ves: el libro, Navilandia, las mil guitarras autografiadas. Ha sido un trabajo de hormiga mezclado con grandes oportunidades.

¿Ya tienes borradores de la segunda parte de Yo, Pedro? ¿En qué se basará esta segunda entrega? ¿Será siempre biográfico o te inclinarás por la ficción?, ¿para cuándo estará listo?

Mi manager prefirió lanzar una agenda que un segundo libro porque, al igual que con la música, no hay que dejar que una novedad le corte el desarrollo a tu lanzamiento anterior. Otro libro tan pronto solo iba a anular al anterior y al nuevo. Prefiero mutar a otras cosas como el teatro, y regresar a escribir cuando no haya expectativa.

¿Cómo tomas que Yo Pedro haya sido el libro más vendido en el 2013 en el Perú? Hay quienes afirman que este tipo de textos biográficos no ayudan a la formación de los estudiantes, pues no aprenden literatura. Obviamente, tu libro no es literatura.

Estoy muy agradecido con ese resultado, no me lo esperaba. Y no ha tenido malas críticas. Ningún líder de opinión lo ha criticado. Su aceptación ha sido una bendición, realmente. Solo quería hacer un libro fluido y variado. Un libro sin delirios de emular a algún escritor o novela famosa.

¿Qué significa para ti transmitirle al lector tus recuerdos y reflexiones?

Todo lo que hago son miniteorías. Mezclo lo que sé con lo que pienso. Me hubiera gustado estudiar Sociología, Medicina, Filosofía, Pintura, Física, pero no se pudo. La verdad me interesa un poco de todo y opinar. Tengo muchos amigos científicos e intelectuales con quienes me divierto indagando. Escribir me permite expresar esas curiosidades. Creo que son canciones sin música.

¿A qué retos te enfrentaste al escribir las canciones de Los fabulatas en Navilandia?

Nunca había compuesto en base a ideas que no sean mías. Empecé a entender lo difícil que es componer para otros. Sin embargo, me dieron mucha libertad, no había presiones de mercado ni la obligación de emular la tendencia musical del momento. Pude experimentar más que con un disco. El sueño de todo músico es que cada canción de su disco tenga un videoclip; en una obra, cada canción tuya tiene un videoclip, que es la actuación. Es hermoso, realizas visualmente tus ideas.

¿Todavía será larga la espera para volverte a ver en los escenarios o ya estás alistando tu retorno con un nuevo disco?

Las multitudes me intimidan mucho desde que apareció mi problema neuromuscular. Las cámaras me chocan. Compara el nerviosismo en mi rostro cuando alguien de prensa me enfoca en alguna conferencia o evento, con el buen semblante y calma que luzco cuando salgo en un comercial o videoclip, donde el camarógrafo no tiene intenciones periodísticas. Mientras sienta ese ojo implacable, no consideraré ningún regreso. Me tensaría y no sería bueno para mí.

¿Qué impresión te dejó la discusión de Gian Marco con los cibernautas en Twitter debido a su opinión por el uso de pirotécnicos en Navidad?

Para mí no ha habido mayor problema, simplemente se sobredimensionó. Gian Marco ha pasado muchos años de su vida dedicándose minuto a minuto a sus seguidores, publicando en su Facebook varias veces al día, con una leal y pareja frecuencia. Así las probabilidades de un repentino revés en el público aumentan. Uno nunca sabe si lo que escribe va a caer de pie o no. Es un albur.

¿Un artista debe defenderse y responder?

Eso depende del estilo de tu Facebook. El de Gian Marco es un constante diálogo, sus seguidores ya se acostumbraron a eso. Él sí tiene la presión de responder; mi Facebook es más un anecdotario, mucho más espaciado, no está regido por la actualidad, no tengo esa presión. ¿Debe haber un especial cuidado? Eso es inmanejable. Uno puede decir una sandez y quedar como un genio, o decir una genialidad y quedar mal.

Armando Massé indicó que la pensión de gracia que había solicitado a tu favor está en stand by a pedido tuyo. ¿Qué decidiste finalmente?

Nada impide que el Gobierno decida otorgarte ese honor por tu aporte sostenido a la cultura popular. Tengo dos hijos en colegios privados, una hija en universidad privada (los tres en categoría A), dos hipotecas en Miraflores, el máximo seguro médico internacional, mi propia disquera, un libro exitoso, trabajo en el teatro y recibo regalías, todo obtenido con mi esfuerzo. Así que nadie podría decirme que me están manteniendo si el Gobierno decide honrarme de esa manera. Es mejor tenerla sin necesitarla -por el orgullo ante tu descendencia de ser importante para tu patria- que recibirla por necesidad, porque cuando realmente la necesitas, la gente es muy cruel jactándose de que te está manteniendo.