Tras pasar una agradables vacaciones en familia en Costa Rica, Kim Kardashian se convirtió en una víctima de las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Tras tocar suele norteamericano, el jet privado de la estrella de televisión, donde viajaba junto a sus hermanas Kourtney, Khloé y Kylie, fue detenido por los agentes de inmigración y aduanas, quienes procedieron a registrar minuciosamente el interior de la aeronave.
Las celebridades fueron vistas descendiendo por las escalerillas del avión tras hablar con uno de los oficiales, para permitir que las autoridades realizaran su trabajo, según el diario The Sun,
Las inspección del jet de las Kardashian es parte de la nueva política migratoria del gobierno de Estados Unidos, que ha endurecido los controles de los vuelos privados, así como la seguridad en la frontera. Como se conoce, dentro de estas restricciones se ha prohibido el ingreso al país de los ciudadanos de siete países musulmanes, medida que ha sido suspendida por la justicia de ese país.