¡Satisfaction! The Rolling Stones hizo historia en el Monumental
¡Satisfaction! The Rolling Stones hizo historia en el Monumental

Tres de la tarde. Gloria está lista para salir de casa. Lleva una diminuta falda negra de cuero, polo negro con una gigantesca lengua en el centro, lentes de sol plateados, caramelos de limón y su Smartphone en la cartera.

La pista aún está despejada camino al estadio Monumental. El taxista sintoniza Radio Oxígeno. El locutor informa que hay decenas de fans haciendo cola en las afueras del coloso deportivo y que las carpas, en las que muchos pernoctaron, ya están desarmadas.

Gloria baja en el óvalo Huarochirí con la seguridad de que no le robarán su celular ni su dinero por el fuerte contingente policial que hay alrededor.

Saca con precaución su celular y llama a su amiga Esperanza para encontrarse.

- Loca, ¿dónde estás! ¡Ya estoy en el óvalo!

- Aquí, con un revendedor. Me dejó a mil soles la zona Golden, alucina. Y es de cortesía. Es verídico.

- ¡Qué suerte, maldita! Te espero en ese globazo que dice Entel.

- ¡Allá voy!

Gloria y Esperanza se encuentran, se abrazan, gritan y saltan dando vueltas, mientras una joven y su madre en silla de ruedas las observan perplejas, pero sonríen al instante.

“¡Cerveza en lata heladita a cinco soles! ¡Lleve su cerveza para celebrar! ¡A cinco soles, cinco soles!”, ofrece una comerciante y ambas mujeres no lo dudan.

Mientras recorren a pie las cinco cuadras que separan el óvalo del estadio, aprovechan para tomarse su bebida y especular sobre las canciones que escucharán en el concierto.

Estas chicas, que se conocen desde hace 30 años, frecuentaban los antros rockeros del centro de la ciudad y no querían dejar pasar la oportunidad de ver y escuchar en vivo a la mítica banda británica .

HISTERIA. Las puertas se abrieron a las cuatro de la tarde y una turba empezó a llenar el estadio de la “U” hasta la llegada de la banda liderada por Mick Jagger.

Las luces del escenario se encendieron para dar paso a Frágil, la banda nacional de rock que a las 7 y 15 de la noche abrió el show de los Stones.

Gloria y Esperanza estaban más atentas a sus celulares. Querían colgar en Twitter y Facebook que ya estaban dentro del estadio, pero la señal no era buena. Estaban impacientes. Antes de las ocho de la noche, acompañaron a Frágil y a Andrés Dulude en el coro de Avenida Larco, un clásico del rock peruano.

Las luces se apagaron y minutos después se encendieron dos pantallas LED en las que se veía una gran lengua y la palabra LIMA. El público estalló en júbilo. Gloria y Esperanza silbaban.

Faltando cinco minutos para las nueve de la noche, el público empezó a ponerse nervioso. “¡Olé, olé, olé, oléee, Rollings, Rollings!”, “¡Olé, olé, olé, oléee, Rollings, Rollings!”.

Se encienden todas las luces del escenario. Suena una guitarra y aparecen Mick Jagger, Ronnie Wood, Keith Richards y Charlie Watts, los “dinosaurios” del rock, y empiezan a tocar Start Me Up para desatar la locura, mientras Gloria y Esperanza lloran de emoción al lado de dos jóvenes que fumaban marihuana.

“¡La hemos pasado mostro en Lima!”, rugió Mick Jagger en español. “¡La comida aquí es mostra, la mejor de Sudamérica!”, continuó el músico antes de hacer una broma: “Mi hija trajo un cuy, es su mascota, y ahora no lo encontramos”.

SENTIMIENTO Y ENERGÍA. El éxtasis iba en aumento en cada canción, hasta que bajaron las revoluciones con Angie. El momento sentimental del show, que duró dos horas y cuarto, terminó con el riff de Paint It Black, que ejecutó Keith Richards con maestría.

“¡Cantan bellísimo, Lima!, ¡¿Se están vacilando?!”, preguntó Jagger, vocalista y músico de la banda, quien a sus 72 años derrochó gran energía en el escenario durante todo el concierto.

Después de Miss You, Jumpin Jack Flash, Brown Sugar y Can’t Always Get llegó la canción más esperada de la noche, la que catapultó a la banda a la fama en 1963: Satisfaction.

“Esto es realmente una locura, una locura”, expresó Keith Richards emocionado, sonriente.

El público empezó a saltar, excitado, y empezó a cantar sin parar durante ocho minutos.

FINAL. No tocarían más canciones. Fuegos artificiales iluminaron la noche para cerrar la gran fiesta del rock. Habían pasado 51 años, los fans nunca perdieron las esperanzas y The Rolling Stones los llevó a la gloria el último domingo.

The Rolling Stones hizo historia en Lima. Lo más probable es que nunca más regresen a tocar. Gloria y Esperanza fueron parte de las 50 mil personas que gozaron con este concierto inédito y monumental.