Cocina peruana para el mundo
Cocina peruana para el mundo

En este momento estoy en Colombia, donde ya el año pasado existían 125 restaurantes peruanos y se espera que para el 2019 haya 200 en total.

En Bogotá, capital colombiana, la oferta de locales peruanos no solo es variada, sino que es muy interesante. La escena gastronómica nacional ha cobrado mucha importancia durante los últimos tiempos. Hace unos años, Astrid y Gastón, Rafael Osterling y la Rosa Náutica lideraban los lugares donde se ofrecían nuestros potajes. Luego, restaurantes como Osaka, La Mar y La Despensa tomaron protagonismo. Si embargo, hoy en día, el nacimiento de conceptos locales ha tomado mucha fuerza y ha conseguido, de alguna manera, popularizar o democratizar la cocina peruana por estos lares. Dicha propuesta gusta y eso se nota.

Hay restaurantes muy innovadores nacidos en territorio cafetero como Nazca y 14 Inkas, ambos del mismo grupo; De los tres, de la pareja de esposos Miguel Castillo y Carolina Sifuentes; Mi Perú, pionero en Colombia con más de 15 años en este mercado; y el trabajo que ha hecho por años el chef Carlos Accinelli en Cartagena. Estos ejemplos no hacen más que reforzar que nuestros sabores, además de exquisitos, son muy queridos fuera del Perú, especialmente en países como Chile y Colombia.

Seguir trabajando

He tenido durante estos días la suerte de poder representar al Perú en un evento organizado por la Embajada Peruana y por la Oficina Comercial de Perú en Colombia, así como de desarrollar clases de cocina para grupos de aficionados. Los resultados han sido bastante buenos. El interés por la gastronomía sigue en pie y creo que tenemos aún mucho ceviche y lomo saltado por hacer en este fantástico país.

Sin embargo, este reconocimiento no viene sin una responsabilidad de nuestra parte. Debemos tener claro que hubo mucho trabajo para que la cocina peruana llegue a donde ha llegado en el mundo y debemos mantener el ritmo. Ver a gente comprometida con el desarrollo de la gastronomía es clave y debemos sumarnos todos, no solo hablando, explicando y cocinando; requerimos contar con planes para que esto no sea algo pasajero, sino que perdure en el tiempo. Qué bonito sería que haya más restaurantes peruanos por el mundo así como hay restaurantes chinos, mexicanos o italianos, ¿no? Pues trabajemos hacia eso, con orden y fuerza.