Se deben elaborar sin saborizantes ni colorantes, con un sabor a fruta intenso que no empalague ni te deje sensación de sed.
Se deben elaborar sin saborizantes ni colorantes, con un sabor a fruta intenso que no empalague ni te deje sensación de sed.

En el verano, no hay quién se resista al deleite de un delicioso helado, aunque no siempre es fácil diferenciar la calidad de estos productos, que suelen tener insumos químicos en su elaboración industrial. Esto no ocurre con los auténticos helados artesanales, que se deben hacer con una receta propia e ingredientes seleccionados.

Erica Viccina, representante de Cremería Toscana, explica que existen dos tipos de helados: Los sorbetos, que se hacen con fruta y agua; y los gelatos, que son a base de crema de leche y sabores diversos como pistacho, café, coco y lúcuma.

“Cada heladería trabaja con su propia receta. En nuestro caso, seguimos las de nuestro maestro heladero italiano Andrea Giuntolli, y usamos fruta fresca de estación, que pelamos manualmente y trozamos en nuestro local. No usamos pulpa de fruta congelada”.

Viccina apunta que lo fundamental para que un helado se considere artesanal es que no lleve colorantes ni saborizantes artificiales. El plus de Cremería Toscana es que para endulzar sus sorbetos utilizan fructuosa, azúcar extraída de la misma fruta. No se utiliza sacarosa.

Cómo identificar un helado de calidad

“Una forma de identificar un helado de calidad es el dulzor. Un verdadero helado artesanal te deja el sabor de la fruta en el paladar y no empalaga. Te puedes comer uno tras otro sin sentir la necesidad de tomar agua”, dice Viccina.

También añade que a mayor calidad menos cantidad de grasa. Si el helado ha estado bien refrigerado, debe mantener una textura cremosa y no hacerse hielo o derretirse como si fuera agua. “Hacemos producción diaria y casi todo se acaba el mismo día”, añade.

En Cremería Toscana cuentan con 24 sabores distintos cada día, entre los que destacan los sorbetos de ciruela, mango, piña, maracuyá y frutos del bosque (de moras, fresas, frambuesas y arándanos) y los gelatos, como el de fior di latte (variedad de queso fresco), pistacho, variegato amarena (cereza negra), chocolate fondente (puro, sin leche), el clásico con leche y el chocolate y naranja. También tienen uno de yogur con miel y pecana y yogur de frutos del bosque.

En noviembre de 2020, se inauguró su nuevo local en San Isidro (avenida Conquistadores 169), contando con espacios amplios, una terraza y un ambiente estilo toscano, con columpios que le otorgan la calidez de siempre. Los helados para envío a domicilio o recojo en tienda se entregan en envases biodegradables.