Cuando Lima se pone bonita
Cuando Lima se pone bonita

He tenido la suerte de acudir a dos eventos gastronómicos esta semana que no tienen nada que envidiarle a los que organizan en cualquier parte del mundo.

Cuando te invitan un martes a una “fiesta” en Osso, las chances son siempre a favor. Ese día, dos súper cocineros mexicanos, Tomás Bermúdez, del restaurante La Docena en el DF, y Francisco Ruano, del restaurante Alcalde en Guadalajara, se encargaron de que sea una verdadera experiencia. Junto al equipo de Osso, liderado por Renzo Garibaldi, y a Moma Adrianzén, chef de Frida y Jerónimo, prepararon un menú no solo exquisito, sino impresionante, donde la cocina mexicana se unió a la peruana en deliciosos platos, como un sope con lomo de queso fundido o unos ravioles en nogada. Probé los erizos con frejoles, la infladita de camarones y el taco de cabeza de res Wagyu, que estaban espectaculares.

El miércoles y el jueves de esta misma semana se dio la colaboración de Jaime Pesaque (Mayta, Lima) y Erik Ramírez (Llama Inn, Brooklyn), una actividad que no solo estuvo dirigida a los comensales, sino también a las cámaras de Munchies, un famoso canal de televisión que estuvo en Lima siguiendo los pasos de Erik y Jaime. Hubo dos noches de cena con platos muy buenos. Jaime y Erik elaboraron un menú que comenzó con un plato de lenguado, muña y kiwi muy logrado; el menú continuó con ollucos, escabeche de cushuros y huacatay. Siguió un bok choi con emulsión de ostras ahumadas y nori. Las berenjenas asadas con ají negro y castañas fueron un plato maravilloso que encontramos actualmente en la carta de Mayta, entre otras maravillas. Un momento imperdible. Del mismo, maridar todo el menú con vino peruano.

Desde hace algunos años en nuestra capital pasan cosas muy interesantes relacionadas con la gastronomía, pero pocas veces nos enteramos. Seguro que pronto estas actividades se van a difundir más y podremos aprovecharlas. Es genial estar abiertos a recibir personas de otros países que vienen a cocinar al Perú.

Cada vez los comensales se interesan más por estos eventos y quieren aprovecharlos. Y aunque nuestra gastronomía es muy buena, que venga gente de afuera, especialmente cocineros, hace que sigamos aprendiendo y sumando conocimientos que vale la pena aprender. Estas colaboraciones son una gran oportunidad para que nosotros disfrutemos de la comida de chefs que triunfan en otros lugares, pero también para mostrarles nuestra rica cultura y amplia cocina.

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