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Desde hace algún tiempo la industria gastronómica viene revalorizando los productos artesanales. En Perú se está experimentando un cambio, todavía un poco lento, pero que avanza firme en esa dirección.

En la actualidad, las personas estamos cada vez más atentas a entender qué comemos y hasta por qué lo hacemos. Hoy en día hemos comprendido que la procedencia de los alimentos, de qué están hechos y los procesos de producción son igual de importantes que el producto en sí.

Pensar cada vez más en nuestra salud y tratar de llevar un balance en la alimentación hace que queramos saber exactamente qué comemos, y que los productos artesanales tomen mayor importancia.

Buen camino. En este tema, uno de los mejores ejemplos es el pan. Desde hace unos años hemos visto nacer panaderías artesanales, especialmente en Lima, pero también en provincias. Una de ellas es El Pan de la Chola, que se logró posicionar como una de las mejores cafeterías de Lima, pero que empezó como un negocio de venta de pan de masa madre. En este local se preocupan no solo por los procesos, sino también por los insumos que se usan y de los tiempos.

Por suerte, hay otros sitios que han ido naciendo y ayudan a hacer crecer esta categoría, se me ocurre mencionar a La Panetería en Barranco, Los Siete Enanos, Panicomio Taller de la gran Bethy Uribe, Masa Salvaje (venden sus panes a pedido y en la Bioferia de Barranco) y Le Petit France.

Esta panorama se repite en otros rubros, por ejemplo, el de las bebidas alcohólicas. La revolución de las cervezas artesanales, que han venido a sumar muchísimo a la buena variedad de cervezas locales y extranjeras que ya teníamos. Pero se viene más y de lo bueno. Vemos producción de licores peruanos de buena calidad como vodka 14 Inkas, Caña Alta y Amazonian Gin Company; vinos naturales abriéndose paso en el mercado local y extranjero como Inquebrantable o Murga.

Disfruto mucho también encontrando que cada vez hay más (y mejores) chocolates y cafés. Lo que en un inicio hicieron marcas como Maraná y Cacaosuyo, ahora es seguido por Magia Piura y Elemento, por mencionar solo un par de la gran cantidad de productos de altísima calidad que tenemos ahora.

Cafés de origen de pequeños productores son ahora fáciles de encontrar y una suerte para los amantes de esta exquisita bebida, que cada día son más.

Lo mejor de esto, además de la aparición de los productos que les he mencionado, es que los buscamos y los valoramos. Los supermercados los incluyen, y algunos mercados también, lo que hace que cada vez sean más fácil encontrarlos. Apoyemos a estos productores artesanales para que así haya más oportunidades y más personas decidan apostar por ellos.