Más allá de la pandemia
Más allá de la pandemia

Nuestro país empieza lentamente a reactivarse por más que el COVID-19 aún esté presente y sin muchos signos de desaparecer. Empezamos lentamente a adaptarnos a esta nueva normalidad. Son varios los sectores que ya están empezando a operar y en el caso de nuestra gastronomía, los restaurantes locales ya comenzaron a alistar los salones para abrir sus puertas, muchos de ellos, el próximo 20 de julio.

La normativa señala que deben abrir a un 40% de su capacidad, disposición que servirá para que varios de ellos sigan sobreviviendo. Para comenzar, solo será un turno de atención, el del almuerzo, debido al toque de queda y al estado de emergencia. Y ese turno será al 40% del aforo, y con el comensal aún dudoso de salir, no creo que muchos logren generar ganancias durante ese tiempo, por más que opten por mantener el delivery. El dilema para muchos hoy está, en si bajo estas condiciones es rentable o no abrir el salón, quedarse atendiendo por delivery o tomar la dura decisión de cerrar de una vez las puertas. 

AMENAZA.  Paralelamente a esto viene sucediendo algo que no podemos dejar de mencionar en esta columna. La Reserva Nacional de Paracas, al sur de Lima, uno de nuestros grandes tesoros ecológicos, y de suma importancia a nivel mundial, se ha visto amenazada por un grupo de empresarios que busca transportar concentrado mineral por esta área protegida.

Toda la fauna salvaje que existe en esta reserva, lobos de mar, flamencos, cóndores, pingüinos, ballenas y demás especies, se ven amenazadas por esta situación, así como el patrimonio arqueológico que se encuentra en esta zona, que es el segundo destino turístico más popular en nuestro país. Sin contar que es también la fuente de ingresos para miles de familias que viven del turismo y la pesca sostenible.

En los próximos días, la autoridad ambiental peruana (Senace) deberá emitir su decisión. Por más que la empresa solicitante afirma que utilizarán alta tecnología que evitaría cualquier tipo de contaminación, sólo el ruido ambiental (entre camiones y vehículos pesados que transiten todos los días) estaría generando un impacto en la reserva. Sin contar, lo que podría suceder en nuestro mar, y con todas las especies que consumimos provenientes de la zona, en caso suceda algún accidente en el transporte de estos minerales.

Hoy viernes, (día que se escribió esta columna) a las 5:00 p.m, la comisión de Pueblos y Medio Ambiente del Congreso tendrá una sesión extraordinaria, y desde acá esperamos que la decisión que se tome sea la más adecuada para proteger toda la biodiversidad que se encuentra en este espacio. Es de suma importancia proteger la naturaleza y el medio ambiente, no solo del país donde vivimos, sino del planeta en que habitamos.

La Reserva Nacional de Paracas en peligro. Urge el pronunciamiento de las autoridades.