Mozzafiato Bistró: carta variada bajo un ambiente acogedor

Desde hace varios años Carlo Castagnino, apasionado de la gastronomía, tenía en la mente incursionar en el negocio de los restaurantes. Carlo es nieto de italianos y cocinero de corazón. Aún recuerda los almuerzos en familia y las comidas en casa de sus abuelos. Platos de pasta iban y venían, los cuales quedaron grabados para siempre en su memoria. 

Tatiana, su esposa, es ceramista. Sus hermosas tazas de colores decoran las paredes del local. Su pasión por el diseño la llevó a encargarse de la decoración y armado de esta maravillosa cafetería con aire italiano ubicada en el nuevo edificio cerca al Óvalo Monitor, Patio Panorama. “Con mis cuñados teníamos la idea de hacer una bodega gourmet, pero cuando ya el proyecto se vuelve solo nuestro, es que Tatiana y yo decidimos apostar por algo más grande y crear un Café Bistró distinto”, nos cuenta Carlo emocionado. 

EXPERIENCIA. Es usual relacionar al chef Pedro Miguel Schiaffino con la selva peruana, pero si damos una mirada a su trayectoria, vemos que Pedro pasó cinco años de su carrera en el Italian Culinary Institute for Foreigners. Trabajó en varios restaurantes locales como Dal Pescatori, La Locanda dell’Angelo y El Pinocchio de Piero Bertinotti. 

A este último Pedro Miguel lo considera su mentor, ya que fue el cocinero que lo ayudó a formarse y a descubrir un estilo personal en la cocina. Su experiencia con la gastronomía italiana es amplia, y motivo suficiente por el cual Carlo decidió convocarlo para desarrollar Mozzafiato. “Ha sido un proyecto largo, aproximadamente dos años entre que comenzamos con la idea y abre sus puertas el café, pero estamos muy contentos con el resultado”, nos cuenta Carlo. 

LA CARTA. El local no es muy grande pero está muy bien decorado, nos hace recordar a los cafés que uno se encuentra cuando pasea por Italia, solo que con un toque más moderno. Una barra que mira a la calle donde puede disfrutar un buen café, elaborado especialmente por Tostaduría Bisetti para la marca, y un horno de fondo de donde salen las crujientes pizzas que caracterizan a este simpático local. Pizzas con alrededor de seis sabores -desde carne hasta hawaiana-, paninis rellenos, focaccias y focaccini son algunas de las opciones. Siempre hay una pasta del día, resaltamos los spaghetti puttanesca y los ravioles de zapallo, una delicia. Los lunes sirven lasagna, y para quienes buscan una opción más saludable hay grandes platos de ensalada. No puede irse sin disfrutar de los postres, recomendamos el tiramisú, que es realmente un placer. Todo ha sido elaborado con recetas 100% italianas. Sin duda una visita obligada si están por la zona.