Sofía Pfannl es una chef paraguaya. José Miguel Burga es sommelier y nació en Perú. Ambos se conocieron cuando ella hacía sus prácticas en el restaurante Central y él era el sommelier encargado. Luego de recorrer varios países y cocinas juntos, decidieron instalarse en Asunción -la ciudad natal de Sofía- y crear Pakurí, un lugar donde se respetan los insumos locales y sus temporadas, y al mismo tiempo se revaloriza la cocina tradicional paraguaya con un giro más moderno.
Con un hermoso local sostenible y hecho a base de contenedores, el restaurante ha sabido mantener y respetar la naturaleza que lo rodea, adaptarla y volverla parte de este espacio.
La carta
Ofrecen platos elaborados con productos locales, que cambian de acuerdo con la temporada. En el segundo piso del local, una maravillosa cava es el centro donde José Miguel da rienda suelta a sus conocimientos sobre el mundo del vino y acompaña a la perfección las delicias que Sofía prepara.Nuestra visita comenzó con una muestra de cómo se prepara el tereré, una bebida tradicional que se hace con hierbas frescas que se muelen en mortero y luego se mezclan con yerba mate. Se infusionan con agua muy fría o caliente (es más usual fría por las altas temperaturas de la ciudad), volviéndola un néctar refrescante, perfecta para una tarde entre amigos. Seguimos probando el menú degustación y recibimos una bebida fresca llamada kombucha ice tea, elaborada a base de caña y cointreau.
Al ser época de cítricos, el primer plato fue una suave ensalada servida con un cremoso puré de macadamias, miel y un toque picante que nos encantó. El pan es esponjoso y con una corteza crujiente, viene acompañado de una miel de mantequilla quemada muy buena.
El siguiente fue un bocado de tartar, presentado sobre una delgada tostada de mandioca, con una yema de codorniz y un toque de miso y kuratu. Continuamos con un plato que llamó nuestra atención por su hermosa presentación y su intenso sabor: patitas de cerdo confitadas, pimpollo, tajao y pepino. Untuoso y fresco al mismo tiempo.
Tradición
El choclo mbichy se hace colocando los granos del maíz directo a las brasas para que queden tostados. Un plato muy típico y que acá se le da un toque personal sirviendo el bocado con una mantequilla al gruyere. Los hongos se sirven con un caldo con mucha potencia y sabor, y lo acompañan con yuca (mandioca para ellos). El solalinde es un pescado de río de carne blanca y muy suave, no es muy usado en la ciudad, pero es muy sabroso. Se sirve con pepino quemado, ajo negro, limón y kuratu, o culantro para nosotros. Cerramos los platos salados con un contundente platillo llamado tapa y cupín, dos cortes de carne acompañados de un arroz con poroto y chipa guazu, o lo que nosotros conocemos como un pastel de choclo al horno, en este caso cocinado en horno Tatakuá, de barro y totalmente redondo.Los postres estuvieron deliciosos. La visita a Asunción, y en especial a Pakurí, ha sido un agradable descubrimiento al que esperamos regresar pronto.