“se muestra una amplia selección de restaurantes sin ranking, los cuales han tenido un impacto en sus comunidades ya sea durante la reciente crisis o durante un periodo sostenido de tiempo”
“se muestra una amplia selección de restaurantes sin ranking, los cuales han tenido un impacto en sus comunidades ya sea durante la reciente crisis o durante un periodo sostenido de tiempo”

Es indiscutible que la situación mundial que venimos atravesando ha afectado al sector gastronómico mundial de mil y una formas. A puertas del lanzamiento virtual de la octava edición de la lista 50 Best Latam el 3 de diciembre, y para mostrar una vez más su apoyo y destacar el amplio y diverso escenario gastronómico de toda la región, Latin America 50 Best Restaurants, en asociación con S.Pelegrino & Acqua Panna, lanza El Espíritu de América Latina, donde se muestra una amplia selección de restaurantes sin ranking, los cuales han tenido un impacto positivo en sus comunidades y cocinas locales, ya sea durante la reciente crisis o durante un periodo sostenido de tiempo.

Es importante resaltar que esta no es una lista jerárquica, y tampoco un ranking, sino una forma simbólica de reconocer la labor social, la ayuda solidaria y la preservación de la cultura, por parte de muchos locales durante las dificultades que el COVID-19 ha generado en la gastronomía. Para elaborar esta selección, se han tomado en cuenta 43 ciudades de 17 países latinoamericanos, donde se reflejan la diversidad, la riqueza de las tradiciones culinarias y las gastronomías ancestrales de la región.

LA LISTA. Son seis restaurantes peruanos que aparecen dentro de esta selección comenzando por La Nueva Palomino (Arequipa). Esta picantería tradicional, liderada por Mónica Huerta, rescata el recetario tradicional con preparaciones heredadas de generación en generación y comparte los secretos ancestrales de su región. Desde octubre se aliaron con el Social Gastronomy Movement (SGM) para proveer de alimento a personas en estado de vulnerabilidad.

Seguimos con La Patarashca (Tarapoto) de la chef Elia García, quienes con ingredientes locales han sabido llevar por todo lo alto la cocina de la selva peruana por más de 30 años. Desde la pandemia, organizaron un mercado ecológico en la zona para apoyar a los productores de la región de San Martín.  Por otro lado, el restaurante Chuncho (Ollaytantambo, Cusco), liderado por la chef Josefina Rimachi, utiliza insumos locales en recetas tradicionales cusqueñas y en coctelería, junto a Destilería Andina, promueven el consumo de cañazo de calidad. Ellos son parte de la organización Valle Sagrado, donde se promueve la reforestación y ayuda social a los productores durante la pandemia.

El chifa Titi (Lima), regentado por Patricia Chan ha dado soporte financiero a sus proveedores y empleo permanente a sus trabajadores con las debidas medidas de seguridad. Así mismo, generaron una marca alternativa llamada Juan Tan donde se promueve el empleo y llegan a más comensales. Al toke pez (Lima) de Tomás Matsufuji, pone en valor desde el 2011 especies marinas que no se utilizan regularmente en los grandes restaurantes locales. Y durante la pandemia, Matsufuji ha colaborado con negocios vecinos para lograr que sigan funcionando.

Finalmente, Huerta Chinen (Lima), huerique limeño al mando de Angelica Chinen Garay, cuenta dentro de sus trabajadores con personal de la comunidad LGTBQ a quienes no solo integra, sino también por quienes ha luchado ante el abuso e intolerancia de la sociedad.

Vea todos los restaurantes de la región en el siguiente link