"¿Qué rica es la chirimoya cumbe, no? pero, ¿sabemos cuál es su temporada?  necesitamos empezar conociendo nuestros productos para así también darles valor", comenta Ignacio Barrios, chef y propietario de Urban Kitchen
"¿Qué rica es la chirimoya cumbe, no? pero, ¿sabemos cuál es su temporada? necesitamos empezar conociendo nuestros productos para así también darles valor", comenta Ignacio Barrios, chef y propietario de Urban Kitchen

La situación actual de la gastronomía no es la mejor, pero sabemos que esto va a acabar y el impacto que tiene una cocina como la peruana en nuestra sociedad es alto. Es importante siempre tener en cuenta cómo la cocina tiene un impacto ambiental en la producción de alimentos, en el mar, en la agricultura, etc. Obviamente en estos momentos la gran mayoría de los actores de nuestra gastronomía están muy preocupados por la reactivación económica de sus negocios, pero este impacto generado no para, y no hay que dejar de mirarlo.                                                                 

Leía un interesante artículo hace unos días de Paola Miglio acerca de las denominaciones de origen. Solo 10 productos peruanos están “cuidados” por una denominación de origen. Increíble para un país tan biodiverso como el Perú y que, aparte, ya sabe lo que es sufrir en carne propia un problema de este tipo con lo sucedido con el pisco. Definitivamente es algo que se debe poner en agenda y ver cómo se pueden activar mecanismos que puedan proteger nuestros productos, esos que hacen a nuestra gastronomía única.

PROTEGER.  Haciendo eso, podemos no solo cuidar al producto en si, sino a agricultores, productores y peruanos en general que tienen algún tipo de relación con estos productos. Pienso en café, cacao, ajíes de distintos tipos, maíces, papas y tantas cosas únicas que tenemos que pueden ser valoradas mucho mejor con una denominación de origen no solo fuera de Perú, sino internamente también.                                                       

Otro tema, y que está tomando más importancia en esta época, es el impacto del rubro gastronómico en el medio ambiente. Debido al aumento de servicios de delivery o recojo de productos de los restaurantes, el uso de los envases, envoltorios y bolsas ha aumentado de manera significativa. En muchos casos, los negocios están tratando de ser responsables y utilizan elementos biodegradables, pero igual en muchos casos son de un solo uso y aunque el impacto ambiental es menor, existe.

Y ni qué decir de los negocios que aún usan materiales como tecnopor o plástico, a ellos sí les pediría que evalúen su uso y traten de cambiar a cosas con menor impacto ambiental. Este es un mal con el que tenemos que vivir, pero creo que se pueden hacer esfuerzos que ayuden a que el impacto vaya siendo menor y, poco a poco, vaya desapareciendo. Como consumidores también podemos poner nuestro granito de arena en ambos casos que he planteado, aunque de manera distinta, por supuesto.

En el primer caso, tratemos de entender y conocer más acerca de nuestros productos. ¿Por qué no buscar productos de estación y de zonas específicas? ¿Qué rica es la chirimoya Cumbe, no? Pero, ¿sabemos cuál es su temporada? Necesitamos empezar conociendo nuestros productos para así también darles más valor. Por el lado del impacto ambiental, hagamos pedidos de restaurantes que sepamos que hacen un esfuerzo, avisemos que no necesitamos cubiertos descartables, si es que estamos en casa y empecemos a reciclar lo más que podamos también. La suma de pequeños esfuerzos hace que las mejoras lleguen poco a poco.