“si es que esta navidad decidimos mantenernos con la familia nuclear, y no pasarla con la familia extendida, vamos a tener que cambiar también la cena navideña”, opina Ignacio Barrios, chef y propietario de Urban Kitchen
“si es que esta navidad decidimos mantenernos con la familia nuclear, y no pasarla con la familia extendida, vamos a tener que cambiar también la cena navideña”, opina Ignacio Barrios, chef y propietario de Urban Kitchen

Estamos próximos a pasar las fiestas de fin de año de una manera muy diferente y especial. Lo que venimos viviendo desde marzo no solo ha cambiado nuestro día a día, sino que está cambiando también nuestra forma de afrontar fechas especiales. ¿Se imaginaron en marzo, cuando todo empezó, que íbamos a pasar Navidad aún con restricciones y con el C0VID-19 presente? Yo, por lo menos, no.                                                                                            

Para la mayoría de peruanos la Navidad es una fiesta familiar y este año vamos a tener que afrontarla de manera muy diferente. Primero, recomendarles que traten de limitar las reuniones familiares. Aunque esto suene duro, sabemos que necesitamos mantener poco contacto con otras personas para minimizar los riesgos. Y, si es que igual se van a juntar por algún momento, mantener la distancia y usar las mascarillas.                                                                                                         

Siempre he pasado Navidad con familia o amigos (cuando vivía fuera de Perú) y las cenas siempre han sido la parte más importante de esta fiesta. Tan solo la idea de comer pavo en Navidad nos demuestra que somos varios los que comemos; ¡un pavo es mucha comida para poca gente! Si es que esta Navidad decidimos mantenernos con la familia nuclear y no pasarla con familia extendida, vamos a tener que cambiar también la cena navideña.

Alternativa. En mi caso, por ejemplo, somos mi esposa, mis dos hijas y yo. ¡Un pavo entero no lo vamos a acabar de ninguna manera! Así que creo que vamos a tener que optar por un pollo o de repente cerdo. Esta sería mi primera recomendación para esta Navidad: busca una proteína que alcance bien para la cantidad de personas que van a pasar Navidad contigo, no pasa nada si no comes pavo un año. Y en base a ella ya se pueden hacer algunos acompañamientos que puedan complementar.

Otra opción es comprar la cena navideña ya lista. Hay muchas familias que se dividen los platos a preparar, así cada uno va llevando cosas distintas y las mesas se vuelven variadas y apetitosas. Pero si uno va a estar solo en su casa, de repente cocinar muchas cosas puede ser complicado y tedioso. Los restaurantes que antes preparaban cenas navideñas han tenido que agregar ofertas de cenas para dos a cuatro personas, cosa que antes no pasaba. Y nuevos restaurantes han decidido también incursionar este año con esta oferta, al haber una mayor demanda. Restaurantes como Matria y Tanta, que ya venían preparando cenas navideñas hace varios años han reforzado sus propuestas y también otros lugares como Cosme, La Cocina de Urban Kitchen y caterings como el de Meche Koechlin o Deli taller también están con propuestas muy buenas.

Por último, ¡las sobras! Como es muy probable que igual nos sobren algunas cosas de la cena de Navidad, hay que pensar muy bien qué hacer con ellas. El famoso pan con pavo de los 25 por la mañana puede ser cambiado también por otras cosas. Por qué no pensar en una pasta que pueda capturar a través de una salsa cremosa pedacitos de pavo, pollo o cerdo que hayan sobrado. Las ensaladas sí es algo que hay que comer al toque, ya que no duran mucho. Y por otro lado, no tengan miedo a congelar las cosas, especialmente las proteínas animales. Si ven que hay mucho, empáquelo bien y pónganlo en el congelador. De esa manera ya pueden descansar unos días y volver a comer después de un tiempito.