En Argentina durante la madrugada de ayer, un conductor alcoholizado no reparó en riesgos para evitar que la policía descubriera su estado de ebriedad después de haber provocado un accidente.

En la localidad de Gerli, al sur del Gran Buenos Aires, cuatro vehículos colisionaron dejando tres personas heridas. Ante el temor de una sanción mayor, el responsable de haber provocado el accidente recurrió a una medida desesperada: en su vehículo Susuki Swift llevaba un envase de líquido de frenos, el cual ingirió buscando diluir el alcohol que tenía en su sangre al momento del choque.

La identidad del joven no se dio a conocer, pero se sabe que fue rápidamente trasladado a un hospital del partido de Avellaneda, donde buscaban limpiar su estómago del nocivo aceite automotor. Junto a él, y con riesgos similares en cuanto a los potenciales y severos daños gastrointestinales, fue internada su pareja.