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Nuestro país está pasando por momentos muy duros debido a la caída de huaicos y desbordes de ríos en diversas partes de nuestro territorio. La angustia y el estrés están presentes en todos los hogares peruanos; sin embargo, debemos considerar que mantener una actitud resiliente nos ayudará a sobrellevar esta etapa de crisis.

Los adultos debemos tomar en cuenta que los más afectados frente a esta situación de crisis son los niños, que todavía no entienden de qué se trata este fenómeno natural. Solo ven en la televisión personas que muchos se han quedado sin casa, que no hay carreteras por los desbordes de los ríos, que las personas lloran y piden ayuda porque lo han perdido todo y que sus padres van a los supermercados a llevarse todas las botellas de agua y alimentos no perecibles.

La sobre exposición a los medios de comunicación (viendo reiteradamente las mismas imágenes) origina el incremento del temor, la ansiedad, la angustia y el estrés, que afecta emocionalmente a todos.

Ana Isabel Aldazábal Contreras, psicóloga especialista en niños y adolescentes de Ediciones Corefo, nos brinda algunos consejos para darnos cuenta si es que un niño está frente a una crisis de angustia:

-Ganas de llorar sin una razón aparente.

-Alteraciones en el sueño.

-Ideas extremistas como creer que todos los pueblos van a desaparecer

-Síntomas físicos persistentes (dolores de cabeza, presión en el pecho o el estómago, entumecimiento del cuerpo), momentos de enojos o inestabilidad emocional sin una razón aparente.

-Sueños recurrentes sobre huaicos e inundaciones.

-Temor de salir porque se piensa que sus casas se inundarán y se quedarán aislados.

La resiliencia, una salida saludable

La resiliencia es aquella capacidad que tienen algunos individuos de absorber la presión a través de la adaptación que nos permita actuar durante las contingencias, para luego recuperarnos después de un evento difícil.

Enfocarse en la resiliencia significa poner mayor énfasis en qué es lo que las personas y sus comunidades pueden hacer por sí mismas y cómo se pueden fortalecer sus capacidades, antes que concentrarse en su vulnerabilidad ante el desastre o sus necesidades en una emergencia.

Afrontar la angustia y el estrés frente a los desastres

He aquí algunas sugerencias útiles sobre cómo sobrellevar el estrés y la ansiedad generados por desastres naturales:

-Evita estar todo el tiempo frente a la televisión observando una y otra vez las escenas de desastre.

-Busca fuentes confiables que te brinden información y no te guíes por los anuncios de la redes sociales.

-Trata de mantener tu rutina diaria.

-Asegúrate de comer y descansar.

-Mantén tu mente ocupada en otras actividades.

-Conversa sobre tus preocupaciones con personas optimistas.

-Si eres creyente, congrégate y ofrece momentos de oración.

-A pesar de los problemas, has lo posible por mantener el sentido del humor.

-Expresa tus sentimientos a través de diversos medios (conversar, escribir o dibujar).

-Si percibes que tu estado anímico y preocupaciones no mejoran, busca a un especialista en salud mental (psicólogo).

Recuerda que nuestros hijos desarrollan la resiliencia a partir de modelos

Sabemos que estás preocupado por lo que pueda pasarle a tu familia; sin embargo, recuerda que nuestra manera de actuar impactará en los más vulnerables. Por ello, considera que es una oportunidad para desarrollar en tus hijos actitudes de solidaridad, de prevención frente a los desastres, de compromiso con el país, y sobre todo de resiliencia.

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