El duelo es una expresión del dolor por la pérdida de un ser amado, pero también se puede relacionar con la pérdida del empleo, la libertad, estabilidad que genera un vacío en la persona. Con la pandemia del nuevo coronavirus se ha incrementado esta sensación de perdida en diferentes aspectos.
Por ejemplo, estamos afectados por la falta de contacto con nuestros seres queridos, la ausencia de las clases presenciales y la pérdida de la buena salud son hechos que puede desestabilizar a cualquier persona pues le están ocasionando un gran vacío.
Según Juan Pablo Castro, especialista del Programa de Asistencia Psicológica de MAPFRE, el proceso de afrontamiento consiste en “pasar por las diferentes emociones y pensamientos que surgen, reconocerlos y responder a tu manera. Cada persona tiene su propia forma de enfrentar la pérdida, a su propio ritmo”.
Aunque ahora hay más flexibilidades en el Perú, aún las restricciones para evitar el contagio del COVID-19 no permiten darle el último adiós a un ser querido, como se hacía antes. Los rituales de velorio y sepultura duraban días y hoy solo algunos familiares pueden ingresar a un camposanto. Esto hace que el duelo se viva de una manera interrumpida o prolongada, al no poder despedirse del ser querido o reunirse con la familia para intentar canalizar el dolor.
Castro resalta que es esencial recurrir al entorno cercano para recibir soporte cuando sea necesario. Por ello, brinda las siguientes recomendaciones:
- Conversar: No debe ser un tabú hablar sobre la muerte de un ser querido o sobre la angustia que causa perder un trabajo. Conversarlo permitirá expresar los sentimientos con las personas de tu confianza para recibir consuelo y aceptar progresivamente las emociones frente a esta situación.
- Rituales de despedida: A pesar de las restricciones por la pandemia, la familia puede realizar misas virtuales o videollamadas para conmemorar al ser querido que falleció. Recordarlo y celebrar su vida es una bonita manera de honrarlo y tenerlo presente.
- Buscar soporte: Si esta nueva normalidad no permite reuniones, hacerlo a través de una videollamada será una manera cercana y fácil de conectarte con la familia y amigos. Quizás pueden aprovechar esos minutos para hacer algo en memoria de tu ser querido, o tan solo almorzar o cenar juntos conversando a través de un celular puede ser una manera de sentirse acompañado. Hacerlo de forma constante generará motivación y recargará las energías.