Esta semana una crítica de un periodista de El Comercio acerca del programa Esto Es Guerra generó la molestia del gerente general de América Tv, Eric Jurgersen, quién salió en el noticiero a desmentir lo que mencionaba el periodista Fernando Vivas.
Michelle Soifer llora en vivo por su regreso a Esto Es Guerra (VIDEO)
La columna ha sido retirada del mencionado diario, pero la asociación Valores Humanos, ONG que fiscaliza desde hace más de 5 años la protección al horario de protección al menor, la copio en su web y la sigue haciendo circular en redes sociales.
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No sólo a muchos de ustedes les caen mal. En la propia tele sobran quienes les ponen mala cara. Los gerentes los miran con el rabillo del ojo, soportando las críticas de amigos y parientes por llenar su pantalla de ‘basura’. Los miembros del directorio son más duros y aunque no han llegado, que yo sepa, a exigir que se cancele un ‘reality’, si han bregado para que no sean los programas emblemáticos de su canal, aquellos con los que uno identifica a su marca. En América, por ejemplo, teníamos un empacho de “Esto es guerra” desde la mañana, con notas contrabandeadas en el noticiero, promociones todo el día, secuelas en “Al aire” y reportajes en la noche. Ahora, la mano la mano está menos cargada hacia el ‘reality’.
Los ‘realities’ en América (EEG), ATV (“Combate”) y Latina (“Bienvenida la tarde”) facturan, pero hastían a sus propios canales. Miren esa promocionada “boda del año” de Yaco Eskenazi y Natalie Vértiz, a la que no fueron ni las estrellas de “Al fondo hay sitio” ni lo periodistas más conocidos de casa. El ‘reality’ es una realidad de segunda para los conductores de los otros géneros de la tele. Federico Salazar preguntando cachosamente a su colega Verónica Linares “¿cuál Shirley Rojas?”, como si no conociera a la ‘guerrera’ más oficial de todas, expresa risueñamente el hastío de la televisión clásica con sus engendros llorones y musculosos.
Para los menos figurettis es un alivio. Los escándalos, los ampayes, los flashes, las entrevistas y titulares incómodos los protagonizan los ‘realities’ y algunos faranduleros conocidos. Periodistas, conductores y actores pueden respirar un poco más tranquilos, pues la cámara que los puede pillar desprevenidos está en ese momento entretenida siguiendo a una parejita que ha dejado todas las pistas para que la pillen. La época en la que un video de César Hildebrandt con Janet Barboza en un restaurante o el acoso de los urracos a César Ritter y a Lucho Cáceres podían ser la nota central de Magaly ha dado paso a las historias que estos roba cámaras proyectan fuera de los sets con los que tienen contrato. La TV necesita un nuevo equilibrio, que los ‘realities’ se centren en sí mismos y no cojan otras franjas que pertenecen a la noticia, al entretenimiento con invitados de un día, ficción y ‘late night show’. Se buscan nuevos formatos, sin pago de franquicia, creados en casa. Quiero verlos.
Tomado de Valores Humanos.