Francisco Cavero siempre estuvo ligado al cuidado de los animales. Aunque dudó en elegir su carrera, sabía que era un buen camino. “Algunos estudian una carrera, se arrepienten y son infelices trabajando. Eso no pasó conmigo”, dice con firmeza. A pesar de que sus pacientes no son humanos, las vidas que pasan por sus manos son igual de valiosas. Llamado coloquialmente como Pancho, continúa su labor desde una tribuna mediática y poderosa: la televisión.
Antes de ti, ¿cuántos Cavero se han relacionado en el mundo de la medicina veterinaria?
Mi papá y mi tío, ambos son reconocidos veterinarios en el medio. Ellos han sido pioneros en un montón de técnicas quirúrgicas y encima son profesores. Creo que mi tío también fue decano. Después, seguí yo, mi prima y ahora mi hermano.
Toda una estirpe...
Seguro que también lo será mi hijo. Él siempre tiene animalitos en la casa. Ya he llegado a la conclusión que esto se lleva en la sangre.
Pero querías ser surfista profesional...
Claro. Soñaba con ser surfista desde pequeño, pero me estrellé con la realidad. Hoy sí se puede vivir de ese deporte. Antes, cuando tenía 16 años, era imposible. Entonces postulé a medicina veterinaria e ingresé a San Marcos, que es muy difícil. Gracias a Dios agarré esa ruta.
¿No tenías otro destino?
Sé que puede parecerlo, pero no fue así. Al principio me jalaban de un montón de cursos, pero, poco a poco, fui creciendo. Terminé la carrera después de varios años y me di cuenta que se trataba de mi pasión. Cuando ingreso a operar siento que fluye una energía bien rara, bien mística.
¿Te ha pasado que el papel del veterinario sobrepasa la línea delgada que separa del dueño?
Como veterinario debes mantener la compostura, aprender a dar malas noticias y tratar de entender cuando fallece ese pequeño amigo. Pero luego te pasa a ti. El lunes pasado, una de mis mascotas falleció de cáncer y me tocó vivir lo que hace tiempo no me sucedía. La muerte de Cabo me hizo entender muchas cosas. Por ejemplo, eres un héroe cuando salvas la vida de un perrito, pero si fallas, te conviertes en un villano.
Comentaste que conseguir auspiciadores para tu programa, Dr. Vet, fue titánico...
Para que la televisión tenga un espacio de este tipo ha pasado mucho tiempo. Los programas que salían duraban poco porque el rating era muy bajo.
¿Cuál fue tu fórmula?
Tener una gran química con la gente. Ojalá que el programa pueda replicarse en otros países y, quién sabe, Animal Planet o National Geographic lo saquen en un futuro. ¿Por qué no?
Eres muy ambicioso...
Mientras mi sueño ayude a sensibilizar y transformar a la gente, tiene que ser grande. Sería fácil decir que todos los animalistas son nuestro público objetivo, pero no es así. Busco renovar el chip de la gente. Antes soñaba con vivir dentro de mi quirófano y disfrutar de esa adrenalina, ahora siento lo mismo en la televisión.
Creo que ya descubriste una nueva vocación: eres un comunicador...
(Risas). Quién sabe. Encontré que ser comunicador, veterinario y surfista es la combinación perfecta. De hecho, sigo en la parte de la cirugía, pero ya no sueño con operar todo el día, ahora quiero informar para cambiar a la gente.
Sobre la eutanasia, muchos centros recurren a este procedimiento por la sobrepoblación de perros abandonados. Los animalistas están en contra, ¿cuál es tu postura?
La eutanasia sí es justificada en ciertos contextos: cuando no hay calidad de vida, si sufre o, en el peor de los casos, si atenta contra la vida de un ser humano. Sin embargo, hay gente que lo hace por cualquier pretexto, un viaje o una mudanza. Eso es injustificable.
También eres un abanderado de la esterilización de mascotas. Hay quienes defienden el derecho del animal a tener su camada de cachorros...
Es que son medidas que deben tomarse. Si tú esterilizas, la municipalidad ya no va a recoger toneladas de heces en la calle, no habrá comensalismo y se evitarán enfermedades de transmisión sexual. Nosotros, desde nuestra tribuna, lo hacemos, pero se necesita más para fomentar esta práctica.
DATO:
Francisco Cavero. Veterinario. Catedrático del curso de Traumato-logía y Ortopedia en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Además, director médico del Hospital Veterinario Pancho Cavero.
2014 año en que lanzó su libro “Veterinario en casa”.
2015 inició el programa de televisión “Dr. Vet”.
1992 comenzó a estudiar medicina veterinaria.