Los trabajadores de una fábrica de papas fritas en Nueva Zelanda hallaron un objeto que parecía ser una papa completamente embarrada en la cinta transportadora. Sin embargo, esta resultó ser una granada de entrenamiento de la Segunda Guerra Mundial.
Empleados en el turno noche de la fábrica de Mr. Chips en East Tamaki, un suburbio de Auckland, confirmaron que cerca de 28 toneladas de papas russet fueron entregadas a la instalación directamente desde una granja.
Uno de los trabajadores llamado Richard Teurukura, estaba vigilando la cinta transportadora en la “zona de recepción de papas” de la fábrica cuando se percató de la papa embarrada. El operario limpió el tubérculo y se lo mostró a uno de sus compañeros, quien automáticamente aseguró que era una granada.
“Al principio se parecía mucho a una papa con barro”, contó Ronald Spitaels, director de operaciones de la fábrica Mr. Chips a Stuff. “Los chicos estaban realmente tranquilos y serenos, reaccionaron de forma extremadamente profesional”, añadió.
Los trabajadores llamaron de inmediato a la policía y esta convocó al equipo de desactivación de explosivos de las Fuerzas de Defensa de Nueva Zelanda, para conocer y estudiar el caso. Los expertos determinaron que el objeto era una bomba Mills, una granada de mano habitual durante la Segunda Guerra Mundial.
La granada fue examinada con rayos X y, por fortuna, se descubrió que el proyectil estaba inactivo y que probablemente había sido utilizado para fines de práctica y entrenamiento. Spitaels aseguró que era el primer incidente de este tipo en los 30 años que tiene la fábrica.