Si bien para la mayoría, un abrazo sintetiza felicidad, apoyo, integración y una forma de expresar lo que sentimos por nuestros seres queridos, familiares, compañeros de trabajo y amigos. Lo que no sabes es que los abrazos más extensos tienen mayores beneficios e impactan directamente en la salud.
Científicos de la Universidad de Duke (Estados Unidos) señalan que una persona necesita recibir abrazos y caricias desde sus primeros años de vida, para evitar que sus neuronas mueran por la ausencia del contacto físico.
La importancia de este contacto físico aumenta con el tiempo, por ejemplo, un estudio de la Universidad de Carolina del Norte sugiere que cuando otras personas nos tocan o abrazan se incrementan los niveles de oxitocina en la sangre, conocida como la hormona del amor.
Es como una terapia ideal para reducir la depresión, soledad, ansiedad, estrés y sanar tu cuerpo.
Mira los cambios que generan los abrazos en tu cuerpo:
Incrementa tu confianza y seguridad, reduce los sentimientos de enojo y apatía, favorece la felicidad y mejora tu estado de ánimo al elevar la serotonina, fortalece tu sistema inmune al aumentar la producción de glóbulos blancos, incrementa tu autoestima, relaja los músculos, libera la tensión del cuerpo al equilibrar el sistema nervioso, disminuyen la presión arterial, reduce el riesgo de padecer demencia y rejuvenece tu cuerpo al estimular el nivel de oxígeno en la sangre.