Andy Gross es un mago y comediante que logró un genial truco óptico que asustó a más de un transeúnte en las calles de Estados Unidos.
Gross consiguió de alguna manera partirse en dos y así, con las zonas superior e inferior de su cuerpo totalmente separada una de la otra, se acercaba gruñendo a sus "víctimas" que salían corriendo y gritando por el tremendo susto que les causaba el raro sujeto.
El ilusionista les jugó una mala pasada sobre todo a las mujeres que entraban en pánica con el singular acto, mientras que con los varones le costó un poco más asustarlos con la "broma".