La tecnología interfiere de manera determinante en las relaciones de padres e hijos y, si miramos a nuestro alrededor, vemos que los chicos prefieren pasar más tiempo conectados al Internet que entablar comunicación con sus padres, advirtió hoy el especialista Manuel Saravia.
"No les queda tiempo para practicar los rituales saludables en familia, como dialogar, que los padres pregunten y escuchen sus inquietudes y que ellos confíen y consulten las cosas con ellos".
Saravia añadió que muchos niños y adolescentes optan ahora por pedir consejos a sus amigos, y se dejan guiar por ellos antes que confiar en sus padres, lo cual no está bien "porque la inexperiencia de los amigos podría ocasionar que cometan errores, algunos lamentables".
El hecho de que no haya una buena comunicación genera que los padres no conozcan a sus hijos, que no se dé el vínculo de complicidad, subrayó.
"Permitir muchas horas frente al Internet, que todo el tiempo esté con el celular o la tablet, incluso en la hora de almuerzo, hace que la relación se quiebre. Los padres deben tomar control, poner las reglas claras para no abusar de la tecnología en perjuicio de las relaciones humanas", agrega.
Dijo finalmente que los adultos deben dar el ejemplo, pues si ellos también están todo el tiempo ocupados o sumergidos en la tecnología (celular, chat, tablet), a los chicos no les quedará más remedio que hacer lo mismo.
"Los padres deben dedicar tiempo para conversar con los niños, interactuar, mostrar interés por escucharlos, sin criticas pero firmes, que entiendan que ellos son sus mejores aliados".