Profesora: "Me pagan para enseñar, no por aguantar"
Profesora: "Me pagan para enseñar, no por aguantar"

Harta de la mala  con la que -según ella- llegan al salón de clases los alumnos de un instituto de Marchena (Sevilla) y de su falta de consideración, una  de secundaria exclamó: "A mí, que yo sepa, me pagan para enseñar, no por aguantar".

La maestra Eva María Romero Valderas se declaró "harta". Su confesión ha sido publicada por el diario La Voz de Marchena, la cual viene generando controversia a favor y en contra de la profesora, aunque más de apoyo, pues algunos creen que la educación no es como antes y que el comportamiento de los muchachos de hoy en día da mucho que desear.

En las redes sociales, varios cibernautas señalan que la primera educación viene de casa.

Pedro Ortiz, director del Instituto de Educación Secundaria Isidro de Arcenegui, donde trabaja, dijo a Verne que la información "se está focalizando en un tema de alumnos y padres, pero lo suyo era una protesta para la sociedad".

"Lo que hace es un llamamiento a la sociedad, que tenemos que mejorar todos", asegura Ortiz, que cuenta que su colega no esperaba la repercusión de sus declaraciones.

Además, el director asegura que la declaración de la maestra Romero es una opinión generalizada entre el profesorado.

Y es que los alumnos han empujado dos veces y le han dado patadas a la profesora. "Yo no estoy aquí para aguantar, y utilizo las palabras textuales que un padre me dijo por teléfono cuando lo llamé para que corrigiera la actitud de su hija, que no me dejaba hacer mi trabajo", afirmó la profesora.

La maestra indicó estar "harta de la sociedad, que encumbra a seres que presumen de su ignorancia", que valora a un futbolista o a un personaje de farándula más que a una persona con estudios, respetuosa y educada.

PADRES. Sin embargo, la profesora también criticó a los progenitores de los alumnos por no hacer nada, "Estoy harta también del proteccionismo de los padres, que quieren que sus hijos aprueben sin esfuerzo y sin sufrir traumas", incidió al .

Asimismo, se quejó de la administración por cambiar leyes y normativas, añadir horas lectivas y "explotar laboralmente a los maestros". "En los últimos años, lo único que hago es trabajar, trabajar como poseída. Ya, hasta mis hijos me lo dicen", refirió.

"No soy un burro de carga dispuesto a aguantar hasta que reviente", concluyó ante sus compañeros, después de aclarar que le gusta el trato de algunos de sus alumnos, que los quiere y les anima.

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