Amarelo es un perro que desde hace 16 años vive en la escuela Dom Hermeto, ubicada en la zona de Uruguaiana, en la frontera entre Brasil y Uruguay. Tal es el aprecio que le tienen los profesores y los alumnos, al punto que permiten que el animal ingrese a las aulas en pleno horario de clases, tal como se aprecia en un video difundido en un medio local y reproducido en YouTube.

Nadie sabe de dónde vino, solo dicen que desde que llegó al colegio se ganó el cariño de todos, debido a su carácter apacible. “Él frecuentaba la escuela todos los días. Mañana, tarde y noche. Con el tiempo incluso se quedaba frente a la puerta los sábados aunque no hubiese clase. Resultó que los estudiantes se solidarizaron con él y terminó ganándose un lugar dentro del alumnado de la escuela”, dijo el director Adair Vicente da Campo.

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Los docentes afirman que no se incomodan con la presencia de Amarelo y, al contrario, a los estudiantes les encanta tenerlo como compañero de clase. “Él tiene predilección por algunos cursos. Yo no tengo problema alguno en que él esté presente en el salón de clases mientras damos las materias, inclusive porque él tiene menos inasistencias que algunos alumnos”, dice Miguel Fábio da Silva, profesor de Geografía.

En los últimos años, Amarelo ha presentado una serie de problemas de salud, debido a su avanzada edad; es por ello que los alumnos organizaron una actividad para costear su tratamiento y así tenerlo muchos años más con ellos. Su caso ha servido de inspiración para crear un concurso de talentos basado en lecciones de solidaridad y respeto hacia los animales.

“La cuestión del espíritu de solidaridad es también que los animales merecen respeto. Nosotros hemos logrado transferir ese sentimiento para los alumnos y ellos para sus familias. Eso es genial porque genera cambios sustentables en el respeto y cuidado de los animales a todo nivel”, dice el profesor Miguel.

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