El gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez sustenta que las muertes no son atribuibles al ejército y la policía. (Foto: AFP)
El gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez sustenta que las muertes no son atribuibles al ejército y la policía. (Foto: AFP)

La Paz. El gobierno interino de Bolivia rechazó este miércoles el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la violencia política que dejó 36 muertos tras las anuladas elecciones generales, y lo calificó de “sesgado” y de estar favoreciendo al “narcoterrorismo”.

En un informe preliminar, la CIDH dijo el martes que “condena de manera enfática las masacres de Sacaba y de Senkata (donde murieron casi una veintena de manifestantes, probablemente afines al expresidente Evo Morales), en las que se habría incurrido en graves violaciones de los derechos humanos”.

Además, los patrones de las lesiones que se han registrado ofrecen serios indicios de prácticas de ejecución extrajudicial”, agregó el informe.

El ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, calificó el reporte en rueda de prensa de “totalmente sesgado” y aseguró que “no refleja la realidad”, y que “está favoreciendo solamente al narcoterrorismo”.

El gobierno interino califica de “narcoterrorismo” a grupos de campesinos cocaleros del Chapare, leales al expresidente Evo Morales, asilado en México tras dimitir el 10 de noviembre pasado en medio de una convulsión social y tras perder el apoyo de los militares.

La CIDH recomendó además la creación de un Grupo Internacional de Expertos Independientes, con “garantías de autonomía e independencia para asegurar el derecho a la verdad e identificar debidamente a los responsables”.

El gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez sustenta que las muertes no son atribuibles al ejército y la policía, que reprimieron esos días las protestas. La CIDH criticó además un decreto que pretendía eximir de responsabilidad penal a los militares que participaron en operativos para restablecer el orden interno.

Esas muertes, casi en su totalidad, han sido realizadas por los narcoterroristas”, insistió Murillo.

Los incidentes se iniciaron en Bolivia un día después de las elecciones generales del 20 de octubre, tras denuncias de la oposición de que el conteo de votos oficiales arrojaba indicios de fraude en favor de Morales, en el poder desde 2006 y aspirante a quedarse hasta 2025.

El informe de la @CIDH confirma que hubo masacres contra mis hermanas y hermanos en Sacaba y Senkata”, señaló este miércoles Morales en Twitter.

Los golpistas (Jeanine) Áñez, (el líder civil Luis Fernando) Camacho, (el expresidente Carlos) Mesa y todos los que dispararon, creyeron que podían matar sin ninguna consecuencia. Ahora serán juzgados por tribunales nacionales e internacionales”, acotó.

Fuente: AFP