Imagen
Imagen

El Gobierno chino se opone al posible encuentro entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el líder espiritual tibetano Dalai Lama el próximo jueves en Washington, señaló hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.

"Nos oponemos a que cualquier líder extranjero se reúna con el Dalai Lama", afirmó el portavoz de Exteriores, Hong Lei, después de que el líder espiritual haya sido invitado al Desayuno Nacional de la Oración, que se celebra el primer jueves de febrero en Washington.

"Cualquier país que interfiera en los asuntos internos de China está haciendo un mal uso de nuestras relaciones", reiteró.

El pasado viernes, la portavoz de la Casa Blanca, Bernadette Meehan, no especificó si se iba a producir la reunión entre Obama y el Dalai Lama, al asegurar con ambigüedad que, como ha ocurrido en el pasado, que Obama "verá a muchos líderes religiosos en el evento".

Por su parte, el Diario del Pueblo, órgano propagandístico del Partido Comunista chino (PCch), señaló hoy que Obama está arriesgando la "frágil confianza" entre China y Estados Unidos si finalmente decide reunirse con el "secesionista" Dalai Lama.

Según un artículo de opinión de este medio, las reuniones entre el presidente Obama y el Dalai Lama, "en lugar de ayudar a resolver las diferencias, han causado daño a las relaciones bilaterales".

Ambos se han reunido hasta en tres ocasiones, la última hace un año, lo que provocó el enfado de Pekín, que había advertido a EEUU que no lo hiciera.

China asegura que el Tíbet es desde hace siglos parte inseparable de su territorio, mientras que los tibetanos argumentan que la región fue durante mucho tiempo virtualmente independiente hasta que fue ocupada por las tropas comunistas en 1951.

El Dalai Lama huyó de China en 1959, tras el fracaso de una rebelión contra el dominio comunista, y reside desde entonces en la ciudad septentrional india de Dharamsala, a la espera de que algún día se le permita regresar al Tíbet.