China y Rusia en la "lista negra" de EE.UU. por tráfico de personas
China y Rusia en la "lista negra" de EE.UU. por tráfico de personas

China, Rusia y Uzbekistán fueron añadidos por Estados Unidos a su lista negra de países que no hacen el esfuerzo suficiente para combatir el tráfico de personas, como ocurre con Cuba, Siria, Irán y Corea del Norte, entre otros.

El "Informe sobre Tráfico de Personas 2012" del Departamento de Estado acusa a veinte países, tres más que el año pasado, de no implementar las acciones necesarias para combatir el problema de la "esclavitud moderna", por lo que podrían recibir sanciones como la congelación de la ayuda no humanitaria y no comercial.

Tanto China como Rusia llevaban nueve años consecutivos en la lista de vigilancia del Departamento de Estado sobre tráfico de personas, el paso previo a entrar en la "lista negra", y han sido incluidos en ella ante la falta de esfuerzos demostrables del Gobierno para luchar contra esa lacra, según el documento.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, tiene ahora 90 días para determinar si aplica sanciones a esos países, de acuerdo con la ley estadounidense de protección a la víctimas del tráfico de personas.

El informe, que estudia el tráfico de personas en 188 países y los clasifica en cuatro categorías según su cumplimiento, condena también la complicidad con esa lacra de Libia, Yemen, Arabia Saudí, Sudán, República Democrática del Congo y Mauritania, situados también en la "lista negra".

Cuba es el único país latinoamericano que permanece en esa categoría, por su carácter de "fuente de adultos y niños que son sometidos a tráfico sexual y trabajos forzados" y por el hecho de que "su Gobierno no está haciendo esfuerzos significativos para cumplir con los mínimos estándares para la eliminación del tráfico".

El Departamento de Estado calcula que en todo el mundo hay 27 millones de víctimas del tráfico de personas, un término que engloba a quienes están sujetos a servidumbre involuntaria, esclavitud, servidumbre por deudas, trabajo forzoso o explotación sexual