Montevideo [EFE]. Los senadores uruguayos José Mujica y Lucía Topolansky optaron por cumplir las normas de prevención contra el coronavirus COVID-19 y se encuentran en su casa de campo, en el cual se instaló un cartel en la entrada que avisa de que no pueden “recibir a nadie”.
“EL SENADOR MUJICA NO PUEDE RECIBIR A NADIE DEBIDO A UNA DEBILIDAD INMUNOLOGICA (sic)”, reza el texto en pintura roja sobre el modesto cartel blanco enmarcado en madera y situado a la entrada de la casa del expresidente (2010-2015) y la exvicepresidenta (2017-2020) de Uruguay, según comprobó este miércoles Efe.
Una absoluta tranquilidad reinaba en esta jornada lluviosa en los alredores de la chacra, donde solo pudo verse al encargado de la seguridad de la pareja, quien explicó que no se había visto “mucha gente” en las cercanías.
Mujica y Topolansky, de 84 y 75 años, respectivamente, decidieron mantenerse en cuarentena desde este martes por formar parte del grupo de riesgo (mayores de 65) mencionado hace varios días por el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
Para ello, solicitaron licencia en el Poder Legislativo, donde ambos lograron un escaño como senadores en las pasadas elecciones de octubre, y fueron sustituidos por sus respectivos suplentes, Alejandro Sánchez y Sebastián Sabini.
Además de su avanzada edad y de las secuelas físicas que le dejaron sus años en prisión cuando era guerrillero tupamaro, el exmandatario uruguayo sufrió en los últimos años varios episodios de salud relacionados con su sistema inmunológico.
En el libro “Una oveja negra al poder” (2015), de los periodistas Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz, el propio José Mujica explica: “La campaña que me mató fue la que gana Tabaré. Ahí me maté, me destrocé. Terminé enfermo en el hospital. Me bajaron tanto las defensas por cansancio que me agarré la enfermedad aquella”.
Mujica alude a un episodio autoinmune, como lo calificó su doctora, Raquel Pannone, que lo afectó al término de aquella campaña y por el que en enero de 2005 debió ser internado durante varios días.
Posteriormente, siendo ya presidente, debió descansar una temporada por problemas de estrés y, tras la conclusión de su mandato, ya en 2017, ser hospitalizado por varias complicaciones.
Uruguay, que hasta este martes tenía registrados 50 casos de COVID-19, según la información ofrecida por el Ejecutivo, está en “emergencia sanitaria” desde el pasado viernes y no se descarta, tras la solicitud que el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) hizo este martes, el próximo establecimiento de una cuarentena obligatoria.